Agroindustria

Llaman a impulsar un modelo de agricultura sin transgénicos

México deberá utilizarlos a más tardar en 2012, señalan

GUADALAJARA, JAL. (MÉXICO).─ Organizaciones ambientalistas, investigadores, autoridades gubernamentales y científicos internacionales protagonizan una intensa controversia sobre la domesticación y manipulación del maíz.

A lo largo de décadas, el tema del maíz ha sido el estandarte de muchas organizaciones que rechazan la posibilidad de un grano genéticamente modificado, ya que consideran en riesgo la semilla nativa adaptada por los indígenas mexicanos desde hace miles de años.

Por su parte, los ambientalistas exigen a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) impulsar un modelo de agricultura sostenible a largo plazo y no uno basado en cultivos transgénicos.

A principios de marzo pasado, la FAO llevó a cabo en esta ciudad la conferencia “Biotecnologías agrícolas en los países en desarrollo: opciones y oportunidades”, en la que se discutió el tema de los transgénicos.

Allí, el director del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (GCIAI), Thomas Lumpkin, aseguró que la biotecnología, transgénicos, bioconservadores, entre una diversa gama en el avance tecnológico, ha cambiado el rostro de la agricultura en el planeta.

Al exponer sobre biotecnologías en los centros de investigación agrícola internacionales, enfatizó que países como México, donde los transgénicos generan polémica, tarde o temprano los estarán usando.

Por su parte, Mauro Jiménez Íñiguez, presidente del Consejo Agropecuario de Jalisco (CAJ), aseguró que a más tardar para 2012 México estará en posibilidades de hacer uso de la semilla transgénica de forma comercial.

En entrevista con Notimex, señaló que es necesario que México dé ese paso para lograr la productividad y rentabilidad en el campo, ya que la semilla transgénica ofrece beneficios tanto en la producción como en la resistencia a ciertas enfermedades, herbicidas o malezas.

Señaló que actualmente el maíz no se está sembrando con semilla transgénica, pues está en fase de experimentación, principalmente en lugares como en el norte del país, después de esta fase viene otra, pero sigue siendo controlada.

Sin embargo, afirmó que posteriormente “si todo sale bien se haría de forma comercial, ya que se darían los permisos y se pretende que para 2012 ya estaríamos en condiciones”.

Manifestó que con estos programas de alta productividad, en un futuro Jalisco será capaz de producir mayores cantidades de maíz en la mitad de la superficie que actualmente se siembra.

“Eso es lo que debemos hacer para dar cabida a otros cultivos, es a lo que le debemos apostar, a la productividad y a la competitividad, debido a que las hectáreas que producen dos o tres toneladas no son rentables y no dan para vivir”, consideró.

Añadió que con la semilla transgénica se manejan de 12 a 14 toneladas promedio por hectárea “y es a lo que debemos de aspirar, porque eso nos daría tierras libres para sembrar otro tipo de granos y así se elevaría la producción en el estado”.

En tanto, la dirigente de la campaña “Sin maíz no hay país”, Adelita San Vicente, refirió que en México 70 por ciento de la producción del maíz está en manos de pequeños productores, con menos de cinco hectáreas y ellos proveen 50 por ciento del total del maíz que se consume en este país.

Destacó, en un foro alterno, que el uso de los transgénicos se quiere justificar con el argumento de que la agricultura a pequeña escala es incapaz de proveer alimentos suficientes para satisfacer la demanda de una población creciente.

No obstante, defendió que la agricultura ecológica sí es posible, al señalar que se alcanzaría la autosuficiencia alimentaria sin transgénicos, pero se deben tomar decisiones, implementar políticas públicas y hacer inversiones en pro de la soberanía en los alimentos.

Enfatizó que “se debe caminar hacia la autosuficiencia alimentaria, a través de un modelo de agricultura campesina ecológica, centrado en el bien común y no a favor de las corporaciones que promueven el uso de semillas transgénicas”.

Al respecto, el integrante de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productos del Campo, Antonio Hernández, destacó que existen ejemplos de que la agricultura campesina brinda opciones reales para combatir el hambre.

Pánfilo Hernández, de la organización campesina Grupo Vicente Guerrero de Tlaxcala, dijo que desde hace algunos años se trabaja con las comunidades campesinas e indígenas en el rescate y reproducción del maíz nativo y otras semillas, con el objetivo de hacer frente al cambio climático, que representa sequías y pocas lluvias.

Ambos coincidieron en un rotundo no en su postura respecto a los transgénicos, por lo que propusieron al gobierno mexicano la construcción de otras opciones para el campo jalisciense, desde la perspectiva agroecológica.

Fuente: Notimex

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