- El volumen de café en la región representa el 15 % de la producción mundial, pero enfrenta problemas como el crecimiento poblacional o el cambio climático
2000Agro/Redacción
Ante las nuevas tendencias en el consumo de café en el mundo, los países productores deben llevar a cabo un cambio profundo en sus sistemas de producción, con un enfoque integral que privilegie el bienestar de los cafeticultores, sus familias y trabajadores agrícolas, señaló el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula.
Durante la Primera Reunión Ordinaria del Consejo Directivo del Programa cooperativo regional para el desarrollo tecnológico y modernización de la caficultura (Promecafé), que se celebra en México, expuso que los mercados apuntan hacia un mayor consumo de café de especialidad, con atributos enriquecedores culturales y ambientales.
Sostuvo que los países miembros del Promecafé (Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica, Panamá, México, República Dominicana y Jamaica) pueden garantizar el abasto de cafés finos a los mercados locales e internacionales si mejoran la resiliencia, productividad, transparencia y eficiencia en la comercialización, además de fortalecer los encadenamientos productivos.
Al mismo tiempo que las regiones cafetaleras de nuestros países ayudan a mantener los procesos ecológicos necesarios para la calidad del café y la conservación de la biodiversidad, anotó.
Expresó que el volumen de café en la región representa el 15 por ciento de la producción mundial, de ahí la relevancia de que los países miembros de Promecafé trabajen unidos para implementar programas de mejoramiento genético permanente, de alerta temprana y campañas de sanidad e inocuidad para mejorar las condiciones de productividad y calidad de esta cadena de valor.
Dijo que se enfrentan retos importantes como el crecimiento poblacional, los efectos del cambio climático, escasez de agua, deterioro de suelos, ataque de plagas y enfermedades, salud y seguridad en el trabajo, arraigo y relevo generacional, entre otros, que requieren soluciones integrales como región, principalmente para las zonas cafetaleras consideradas guardianas de la biodiversidad.
El secretario Villalobos Arámbula llamó a los miembros del Promecafé a adaptarse a la nueva realidad, con resiliencia ambiental, política y, sobre todo, en unidad.
Este programa, dijo, es claro ejemplo de que la cooperación internacional y el trabajo coordinado entre los sectores público-privado-académico contribuyen a mejorar la sanidad, calidad, productividad y resiliencia por medio de prácticas sostenibles que beneficien económicamente a las familias productoras y poblaciones vulnerables.
El funcionario federal señaló también que este programa ha obtenido resultados importantes, como la capacitación de técnicos agrónomos y campesinos, así como la generación de variedades con tolerancia a la roya y de alta calidad de taza.
Indicó que en México se canalizan alrededor de 68.5 millones de dólares en las regiones cafetaleras con el programa Producción para el Bienestar, además de 15 millones de dólares en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica y el Programa Fitosanitario de roya y broca, y cerca de 26.3 millones de dólares para facilitar el acceso a financiamiento con garantías líquidas de Fonaga Café.
Fotografía: Sader
