Agroindustria

Sudán: Escalada de los conflictos y deterioro económico agravan la crisis alimentaria

  • También se suma la baja producción agrícola, los elevados precios de los alimentos, las crisis climáticas y los desplazamientos

2000Agro/Redacción

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) ha dado la voz de alarma ante la escalada de la crisis de seguridad alimentaria en el Sudán, instando a actuar de forma inmediata y colectiva para evitar una inminente catástrofe humanitaria.

Según las previsiones de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) publicadas recientemente, 17.7 millones de personas de todo el Sudán, lo que representa el 37 por ciento de la población analizada, hacen frente a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda, clasificados en la Fase 3 o superior de la CIF (situaciones de crisis o peores) entre octubre de 2023 y febrero de 2024. Las poblaciones que hacen frente a la inseguridad alimentaria más grave se encuentran en estados afectados por altos niveles de violencia organizada, como el Gran Darfur, el Gran Kordofán y Jartum, especialmente en la zona de las tres ciudades de Jartum, Bahri y Omdurman.

El conflicto en curso y la escalada de violencia están agravando la crisis humanitaria y empeorando la seguridad alimentaria de la población en varias zonas urbanas, semiurbanas y rurales. A ello se suman la baja producción agrícola, los elevados precios de los alimentos, las crisis climáticas y los desplazamientos, según la evaluación rápida de los resultados de la campaña agrícola de verano, publicada recientemente por la FAO.

La violencia generalizada ha provocado el desplazamiento de 6.3 millones de personas, de las cuales unos 5.1 millones son desplazados internos y alrededor de 1.2 millones han buscado refugio en países vecinos. La mayoría de los desplazados internos proceden de ocho estados, siendo el estado de Jartum el que representa la mayor proporción, con un 67 por ciento. La población desplazada está dispersa por los 18 estados del Sudán y se extiende más allá de las fronteras del país, en particular al Chad, Sudán del Sur y Egipto.

Los conflictos también han infligido graves daños, que llegan a la destrucción, en infraestructura crítica, como instalaciones sanitarias, escuelas, carreteras y fuentes de energía y agua, así como activos de telecomunicaciones. El saqueo generalizado de mercados, bancos, industrias y edificios públicos ha provocado una mayor escasez de servicios esenciales, alimentos y artículos no alimentarios en todo el país, empeorando aún más la frágil situación de inseguridad alimentaria y malnutrición.

Entre julio y septiembre de 2023, antes de la temporada crítica de siembra, la FAO llegó a más de un millón de hogares agrícolas, esto es cinco millones de personas, para apoyar la producción local de alimentos y sostener los medios de vida rurales. Sin embargo, la inestabilidad y las dificultades para el acceso siguen amenazando la seguridad alimentaria.

“Frente a los alarmantes problemas de seguridad alimentaria, la FAO mantiene inquebrantable su compromiso de apoyar a las comunidades rurales sudanesas. La urgencia es evidente, y mantenemos nuestra resolución, pero el camino que tenemos por delante exige más fondos para mantener nuestro vital apoyo”, aseguró Hongjie Yang, representante de la FAO en el Sudán.

La FAO necesita urgentemente 75.4 millones de dólares, que representan casi un 80 por ciento de los fondos necesarios en el marco del Plan de respuesta humanitaria para el Sudán revisado entre mayo y diciembre de 2023. Estos fondos son esenciales para hacer frente a las crecientes necesidades, potenciar la producción local de alimentos y mejorar su accesibilidad en todo el país.

Fotografía: FAO

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