Análisis

Encarecimiento de los alimentos, devastador para países en desarrollo: FAO

El alza en los precios al consumidor es preocupante para la estabilidad económica y la seguridad alimentaria en algunos países en desarrollo, donde la mayoría de los consumidores pobres están en riesgo de malnutrición, advierte informe de la FAO y la OCDE

Redacción 2000 Agro

Roma.─ Aunque el aumento de los precios agrícolas suele ser una buena noticia para los productores, el impacto sobre los pobres en los países en desarrollo ─que gastan gran parte de sus ingresos en alimentos─ puede ser devastador, afirmó el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, en el marco de la presentación del informe Perspectivas de la agricultura OCDE-FAO 2011-2020.

Por lo anterior, el secretario general de la OCDE pidió a los gobiernos mejorar la información y transparencia de los mercados físicos y financieros; fomentar las inversiones para aumentar la productividad en los países en desarrollo; suprimir las normativas que distorsionan la producción y el comercio, así como ayudar a las personas vulnerables a gestionar mejor el riesgo y la incertidumbre.

De acuerdo con el informe Perspectivas de la agricultura OCDE-FAO 2011-2020, el aumento de los precios de los productos básicos se está trasladando al resto de la cadena alimentaria, provocando un alza en los precios al consumidor en la mayoría de los países. Esta situación es preocupante para la estabilidad económica y la seguridad alimentaria en algunos países en desarrollo, donde la mayoría de los consumidores pobres están en riesgo de malnutrición.

Aunque el documento afirma que una buena cosecha en los próximos meses debería hacer bajar los precios de los productos básicos por debajo del nivel máximo de comienzos de este año, advierte que durante la próxima década los precios reales de los cereales podrían subir, como media, hasta un 20 por ciento, y los de la carne hasta un 30 por ciento, en comparación con el periodo 2001-10. Empero, estas previsiones están muy por debajo de los niveles récord de precios alcanzados en 2007-08 y nuevamente este año.

En este contexto, el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, consideró que la volatilidad de los precios podría continuar siendo una característica de los mercados agrícolas, por lo que se necesitan políticas coherentes para reducir tanto la volatilidad de los precios como sus efectos negativos.

Subrayó que “la solución clave al problema será aumentar la inversión en agricultura y reforzar el desarrollo rural en los países en desarrollo, donde actualmente vive el 98 por ciento de las personas que pasan hambre y en donde se prevé que la población aumente el 47 por ciento en las próximas décadas”.

“Las iniciativas se deben concentrar especialmente en los pequeños campesinos de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos”, añadió.

Al respecto, el informe refuerza los mensajes clave de mitigación y gestión de la volatilidad de los precios incluidos en otro informe interinstitucional realizado recientemente para el G-20, Volatilidad de los precios en los mercados alimentarios y agrícolas: respuestas políticas, coordinado por la FAO y la OCDE en nombre de diez organizaciones internacionales.

El informe sugiere, entre otras cosas, que los países del G-20 tomen medidas para impulsar la productividad agrícola en los países en desarrollo, reducir o eliminar las políticas que distorsionan el comercio y establecer un nuevo mecanismo para mejorar la información y transparencia en la producción agrícola, el consumo, las reservas y el comercio.

Además, por primera vez el documento incluye a la pesca, previendo que para 2015 la acuicultura supere a la pesca de captura como la fuente más importante de pescado para consumo humano.

El informe interinstitucional estima que la producción agrícola aumente 1.7 por ciento anual, en comparación con la tasa de crecimiento de 2.6 por ciento de la década anterior. A pesar de esta desaceleración, se prevé que la producción per cápita se incremente en 0.7 por ciento anual.

Por otra parte, el consumo per cápita de alimentos crecerá más rápidamente en Europa Oriental, Asia y Latinoamérica, donde los ingresos están aumentando y el crecimiento demográfico se está haciendo más lento. Según el informe, la carne, los productos lácteos, los aceites vegetales y el azúcar deberían experimentar los mayores incrementos de demanda.

2000 Agro

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