La creciente migración de mexicanos a Estados Unidos motivó a dos hermanas a fusionar sus profesiones para dar un cambio radical en la agricultura y permitir que mujeres tomen las riendas del campo.
Esto es, “impulsar el desarrollo rural sustentable pero a través de la equidad de género”, apunta Kenia Méndez Flores, directora general de Nafex, laboratorio y comercializadora de productos agrícolas.
Tras 10 años de investigación, Nancy y Kenia desarrollaron Fithan, un fungicida biológico que controla enfermedades en los cultivos.
La directora explica que se trata de un líquido a base de hongos que se adhiere al patógeno para succionar sus nutrientes y desintegrarlo.
Refiere que en 2001 la fórmula fue reconocida con el primer lugar en el Certamen Nacional de Proyectos de Desarrollo Rural en el área de tecnología.
Hoy en día, el fungicida se distribuye en gran parte del país, excepto Tamaulipas, Durango, Nuevo León, Yucatán y Tabasco, entidades que este año Nafex intentará conquistar.
El respaldo académico, asegura Kenia, fue vital para impulsar la idea: Nancy es ingeniera agrícola y ella licenciada en Planificación para el Desarrollo Agropecuario por la Universidad UNAM, con experiencia en la capacitación de mujeres en comunidades marginadas en el Estado de México.
Además, la empresa busca evitar el uso irracional de pesticidas químicos con un insecticida que promueve cultivos más sanos y resistentes de carácter orgánico.
“La tendencia en el mundo es incentivar las plantaciones orgánicas, tienen mayor valor y son más sanas.”
En promedio, la producción de Fithan asciende a cerca de 400 litros mensuales en época de lluvia y a 250 litros en temporada baja.
Kenia detalla que un litro de la solución rinde para una hectárea, ya que se diluye en 200 litros de agua. El costo promedio según el tamaño de la presentación es de 300 pesos por litro.
Respecto de los resultados de la empresa, Kenia asegura que los pequeños productores son los primeros en mostrarse agradecidos.
“Es notorio cómo la cosecha es abundante y sana”, apunta.
Incuso, la empresa apoya los productos de las hortalizas y cosechas de mujeres en las comunidades rurales por medio de la comercializadora de la misma empresa.
La intención, comenta Nancy, es facilitar el acceso de los productos a los canales de distribución y venta, ya que en muchas ocasiones la producción se pierde por la lejanía de estos lugares.
Por este motivo, Nafex ideó un sistema que integra a productores para beneficio mutuo y poder dar salida y promoción a sus artículos.
Entre el catálogo se encuentran artículos alimenticios como mermeladas, cosméticos (mascarillas naturales) y artesanías.
Este año, la empresa impulsará la comercialización de los productos en ferias y exposiciones, de modo que las cosechas rindan verdaderos frutos e impacten de mejor forma en la economía de las familias en zonas rurales, muchas de ellas encabezadas por mujeres.
Fuente: El Universal Online
