Estudios evidencian problema de desperdicio de alimentos en el viejo continente
Estimaciones recientes indican que los europeos desperdiciaron alrededor de 173 kilogramos de alimentos por persona en el año 2012. El valor de esta comida perdida se calcula en 143 billones de euros, es decir, 162 millones de dólares.
Tal derroche es malo para el planeta. Los europeos se enorgullecen de ser un continente verde, sin embargo, desperdician apenas un poco menos cada año por habitante que los norteamericanos o australianos. Lo anterior se refleja también en los recursos para obtener estos alimentos como agua, tierra y trabajo humano. Este problema tiende a empeorar a medida que el cambio climático origina patrones de lluvia menos predecibles.
Ahora, los gobiernos están tratando de ayudar. En febrero Francia aprobó una legislación para sancionar a tiendas finas por tirar comida en lugar de donarla a bancos de alimentos u otras organizaciones benéficas. Asimismo, un nuevo protocolo puesto en marcha en junio, con la cooperación de las agencias de la ONU y otros grupos, define los requisitos de información para asegurar que los residuos de alimentos se puedan medir constantemente a través de los países.
La tecnología puede ser un facilitador para canalizar estos alimentos y evitar su desperdicio: Matsmart, una página web sueca, permite a los compradores adquirir los excedentes de alimentos con un descuento. Existen varias aplicaciones para conectar a usuarios con mucha comida con aquellos grupos que la necesitan. Uno de estos, FoodCloud, con sede en Dublín, une los refugios para personas sin hogar y los bancos de alimentos con un supermercado cercano. Alrededor de 740 tiendas en todo el Reino Unido e Irlanda están involucrados. FoodCloud rastrea con precisión qué tipo de comida debe recoger, dónde y cuándo, para que este alimento llegue a quienes hace falta.
De acuerdo con Selina Juul, activista danés, la tendencia general en toda Europa es que los países más ricos son más derrochadores que los pobres, con los británicos encabezando esta tendencia. Juul sugiere que la gente coma en platos más pequeños para ayudar a reducir el desperdicio. Esta sencilla acción podría tener el efecto secundario en el cual se reduzca el desperdicio y la gente baje de peso.
Por otra parte más de la mitad de la comida que se tiraba a la basura en Europa no provenía de restaurante y grandes almacenes sino de los hogares.
