Las abejas son fundamentales para el equilibrio del medio ambiente
La apicultura en México tiene una gran importancia socioeconómica y ecológica, ya que las abejas son fundamentales para el equilibrio del medio ambiente, por ello, es importante implementar acciones que favorezcan su conservación y protección.
Entre las actividades que destacan en materia de protección de abejas tenemos, y quizá sea la más importante, la sanidad apícola. En este rubro destacan las aportaciones del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) como las investigaciones para el control de la varroa, el desarrollo de tecnologías para el manejo de la colmena y la suplementación de alimento para las abejas en épocas críticas.
La actividad apícola mantiene una estrecha dependencia con las condiciones climáticas, y el cambio climático aumenta los riesgos de afectaciones por la ocurrencia de huracanes, ciclones e inundaciones, que trae como consecuencia la inestabilidad en las épocas de floración y una baja o nula producción de néctar. La atención, en este aspecto, se centra en reducir los daños con métodos de tecnificación resultado de las acciones de asistencia técnica y capacitación.
De igual forma, aumentar la diversidad de la flora para los polinizadores permitirá mejorar la disponibilidad de alimento e indirectamente fortalecerá su nutrición para que puedan controlar mejor las plagas y enfermedades y prevenir la introducción de especies exóticas invasoras perjudiciales para los polinizadores y de recursos vegetales de los que dependen.
Asimismo, existe una serie de publicaciones sobre apicultura, como son los Manuales de Buenas Prácticas Apícolas que ofrecen los conocimientos para el correcto manejo de las colmenas con técnicas modernas que permiten la conservación de las colonias.
Asimismo, en un esfuerzo por conservar la especie se creó el Centro de Mejoramiento Genético de Abeja Reina en donde se realiza la inseminación instrumental de la especie, lo que contribuirá a generar nuevas colmenas y abejas con mayor productividad y resistencia a enfermedades.
Finalmente, como un esfuerzo indispensable, fomentar la educación y la sensibilización pública sobre el valor de los polinizadores y sus hábitats, pero sobre todo reducir las amenazas a dichas especies y hábitats.
