Pecuario y Pesquero

Fundación Pedro y Elena Hernández y Fondo Golfo de México impulsan una ganadería sustentable

  • La ganadería utiliza el 30 % de la superficie terrestre del planeta y ocupa un 33 % de toda la superficie cultivable, destinada a la producción de forraje

2000Agro/Redacción

El sector pecuario es el de más rápido crecimiento en comparación con otras actividades del sector primario. En la actualidad, más de 1300 millones de personas dependen de la ganadería para subsistir, pero este rápido desarrollo tiene un alto costo para el medioambiente y la lucha contra el cambio climático.

Aunque el sector ganadero es responsable del 9 por ciento del dióxido de carbono (CO2) derivadas de las actividades humanas, genera un porcentaje mucho mayor de gases de efecto invernadero perjudiciales. A pesar de esos efectos, la demanda de carne continúa en aumento. Según el Fondo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura se proyecta que la demanda aumente en un 76 por ciento para 2050.

Solo en México se destinan alrededor de 109.8 millones de hectáreas a la ganadería. En 2022 se criaron 36 millones de bovinos en el país. En 2023 se espera un incremento de 1.5 por ciento de ganado bovino (cría de becerros) en comparación con el año anterior, unos 8.5 millones de cabezas. Además, se prevé una producción de carne de 2.23 millones de toneladas.

Ante este escenario que la Fundación Pedro y Elena Hernández con el respaldo del Fondo Golfo de México, gestiona e implementan un subproyecto, en el cual se instalan módulos piloto de manejo integral de ganadería sustentable en el área que rodea la Reserva de la Sierra de Otontepec, en Veracruz. Este subproyecto tiene como objetivo reducir el impacto del sector ganadero, al disminuir la erosión del suelo, preservar las áreas boscosas y selváticas de la sierra, así como reducir la contaminación en las cuencas hídricas y las emisiones de metano producidas por el ganado.

El programa denominado “Conectando la salud de las cuencas con la producción ganadera y agroforestal sostenible” (Conecta) es el que cobija al subproyecto referido, con lo cual busca alcanzar los siguientes objetivos:

  • Restaurar seis hectáreas de corredores ripiaros (corredores verdes situados en la ribera de los ríos) y manantiales.
  • Establecer seis kilómetros de cerco vivo multiestrato, que consisten en cercos que se elaboran con árboles en lugar de postes de madera. Estos sistemas silvopastoriles permiten conservar la fertilidad de los suelos, a diferencia de la ganadería convencional extensiva, que provoca erosión y pérdida de nutrientes y microorganismos del suelo.
  • Establecer bancos de forraje energético (de alto contenido de proteína), en una superficie de tres hectáreas, para el manejo adecuado del suelo mediante rotación de pastos.

La combinación de sombra de los árboles y la captación de agua de las raíces puede reducir los impactos de la sequía. Además, los árboles brindan sombra en el verano y protección contra el viento en invierno, permitiendo que el ganado regule su temperatura evitando que pierda el apetito, lo cual afecta su tasa de crecimiento y la producción de leche. Estos cercos vivíos también ofrecen servicios ecosistémicos, como la captura de carbono y la retención de agua y nutrientes en el suelo para el buen crecimiento de pastos.

El cambio en la dieta del ganado debido a la proliferación de otras plantas modifica los procesos digestivos de las vacas, lo que reduce la emisión de metano y óxido nitroso a la atmósfera, disminuyendo así su contribución al calentamiento global.

  • También se Implementan seis módulos de producción de leña para reducir la extracción indiscriminada de leña en los bosques del Área Natural Protegida y crear áreas de forestales de rápido crecimiento con uso múltiples.
  • Implementar diez unidades de estufas ahorradoras de leña, para evitar la tala sin moderación de los bosques.

Estos esfuerzos promueven la conservación y conectividad a través de corredores biológicos, abarcando un área de intervención de 1158 hectáreas dentro de áreas forestales conservadas. Actualmente el programa beneficia directamente a 138 personas y tiene un fuerte impacto en cuanto a restauración en paisajes degradados, conservación de la naturaleza, conectividad eco-hidrológica, mediante actividades de ganadería y agroforestería sustentable en el Área Natural Protegida de Sierra de Otontepec, cabecera de cuenca del río Tuxpan.

Fotografía: Fundación Pedro y Elena Hernández

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