En 2019, México exportó a 18 países más de 110 mil toneladas de harinas de pescado y cerca de 30 mil toneladas de aceites
Ciudad de México, 29 de abril de 2020.— El aprovechamiento de los residuos pesqueros es una práctica sustentable por los beneficios ambientales y sociales que aporta, además de que es fuente generadora de empleos en las comunidades.
El aprovechamiento de residuos de la pesca y la acuacultura, como cabezas, espinas, vísceras, agallas, aletas y piel, para la elaboración de harinas y aceites de pescado, se ha convertido en un sector emergente para los productores e industria mexicana.
Estos subproductos constituyen una fuente importante de proteínas y grasa y son utilizados principalmente en la elaboración de alimentos para aves de corral, cerdos y pescado.
Tan solo en 2019, productores acuícolas y procesadores mexicanos certificados por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, exportaron a 18 países de América, Europa y Asia, más de 110 mil toneladas de harinas de pescado y alrededor de 30 mil toneladas de aceites, con lo que lograron una derrama económica estimada en tres mil 500 millones de pesos.