El presidente de la Comisión de Seguimiento a Fondos Aportados por los Trabajadores Mexicanos Braceros de la Cámara de Diputados, Isidro Pedraza Chávez, mencionó a su vez que el tema de las remesas es delicado, porque se ha registrado una importante disminución de los montos en casi 20 por ciento.
Este decremento ha generado situaciones de pobreza que se pueden percibir directamente en varios lugares, como Ixmiquilpan, Hidalgo, donde ha dejado de llegar dinero y hasta las casas de cambio han tenido que cerrar porque ya no son costeables.
Recordó que en 2008 eran casi 20 mil millones de dólares los que se percibían por envío de dinero, pero al final del primer semestre de 2009 ya se tiene una reducción de 20 por ciento y para fines de año podría haber ocho mil millones de dólares menos.
Lo anterior porque “no se ha dado la recuperación económica en Estados Unidos, se han estado incrementando las medidas de represión contra los inmigrantes y ha habido mayores despidos, aunque esto no se esté documentando y publicando en este momento”.
Según estudios de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), que dirige Federico Ovalle Vaquera, hay un diferencial de salarios de ocho a uno, por lo menos, entre Estados Unidos y México, y el efecto de una demanda efectiva continuará hasta donde lo permita la recesión, una atracción prácticamente irresistible para muchos trabajadores mexicanos.
En 96.2 por ciento del total de los municipios se advierte algún tipo de contacto con Estados Unidos, expresado a través de la migración hacia ese país o bien el retorno a México, así como mediante las transferencias monetarias realizadas desde esa nación.
Asimismo, el análisis refiere que 61 por ciento de los 21.5 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos proceden de diez entidades del país, quienes a su vez expulsan a sus ciudadanos a no más de 16 estados de los 52 que conforman la Unión Americana.
Entre las entidades que más migrantes han enviado a ese país destacan Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Zacatecas, Guerrero, Puebla, San Luis Potosí, Hidalgo, Oaxaca y Chihuahua, entidades que reciben más de 65 por ciento de las remesas.
Para el medio rural, este ingreso constituye la alternativa que las políticas públicas o el crecimiento de la producción no pueden crear para el bienestar de las familias, por lo que se han convertido en una verdadera palanca de desarrollo para muchas zonas.
Además, 55 por ciento de los hogares receptores se ubican en localidades menores de 20 mil habitantes, que con los municipios son las que se ven más beneficiadas con proyectos impulsados con recursos cuyo origen son remesas.
En los años previos a la recesión los hogares receptores de remesas crecieron de manera significativa, desde principios de la década de 1990; entre 1992 y 2000 el número de hogares que recibe dinero del extranjero se duplicó, al pasar de 660 mil a un millón 252 mil hogares.
Entre los principales estados afectados por la caída de las remesas, de acuerdo con un análisis de la CIOAC en el que se comparan los primeros tres meses de 2008 contra los tres primeros meses de 2009, están Chiapas, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca y Michoacán.
En el primer trimestre de 2008, Chiapas recibió 184 millones de dólares y en el mismo periodo de 2009 la cifra cayó a 145 millones; en Guanajuato cayó de 524 millones de dólares a 199 millones de dólares; en Guerrero de 332 millones de dólares disminuyó a 309 millones de dólares.
Asimismo, durante el primer trimestre de 2008 Hidalgo recibió 211 millones de dólares, pero en el mismo periodo de 2009 la cifra fue de 187 millones de dólares; mientras que en Oaxaca de 316 millones de dólares sólo se recibieron 302 millones de dólares.
Por su parte el estado de Michoacán en el primer trimestre de 2008 recibió 570 millones de dólares, y en el mismo lapso de este año la cifra cayó a 563 millones de dólares.
Fuente: Notimex
