En el módulo de innovación El Mezquite, establecido en Pochutla, Oaxaca, se cultivó cacahuate con métodos sustentables para mostrar a los productores de la región los beneficios de la diversificación de cultivos
San Pedro Pochutla, Oax., 5 de diciembre de 2019.— El cacahuate es la botana más conocida del mundo (originaria de América y cultivada en México desde la época prehispánica). En el país es un cultivo importante en muchas zonas de temporal de los estados de Morelos, Guerrero, Puebla, Oaxaca y Chiapas, entidades donde se cultiva más de 50 por ciento de la producción nacional. Una de sus principales ventajas como cultivo de rotación es que crece en suelos de escasa fertilidad, con lluvias erráticas y poco abundantes.
En San Pedro Pochutla, Oaxaca, la siembra de cacahuate se hace de forma manual, con una productividad relativamente baja (oscila entre 800 kg y una tonelada por hectárea) debido a que los productores no realizan ninguna fertilización y prevalece la aplicación inadecuada de agroquímicos. Por esto, se estableció el módulo de innovación El Mezquite, con la finalidad de incrementar el rendimiento de manera sustentable.
Además del aumento en los rendimientos, la intención del módulo es aprovechar de mejor manera las condiciones locales para desarrollar el cultivo y preservar (y mejorar) la calidad del suelo haciendo un manejo adecuado de los recursos naturales disponibles mediante la agricultura de conservación (sistema que permite incrementar los rendimientos, disminuir los costos de producción y hacer un uso adecuado del suelo y el agua).
En julio, durante la siembra de cacahuate se implementaron innovaciones como la inoculación de la semilla con un bioactivador de desarrollo radicular (es decir, la introducción de una sustancia que estimula el crecimiento de las raíces) y la fertilización con fósforo, calcio y boro.
También se realizó el control oportuno de malezas empleando herbicidas selectivos (aquellos que eliminan un tipo específico de maleza sin dañar otras plantas). Comparado con el testigo (sección de la parcela donde se trabajó con las prácticas convencionales de la región para que se pudiera notar claramente la diferencia con respecto a las innovaciones), la floración, el desarrollo y la maduración de frutos fue notablemente mejor con la adopción de las innovaciones agrícolas.
El cacahuate es una planta resistente a las sequías prolongadas bajo ciertas condiciones (INIFAP, 2013). El requerimiento óptimo de agua durante su ciclo vegetativo (periodo de crecimiento) es de 500 milímetros (en comparación, el maíz requiere entre 500 y 800 milímetros, y la caña, hasta 2,200). No obstante, sus necesidades mínimas varían entre los 250 y los 300 milímetros de agua, lo cual hace de este cultivo una gran alternativa para las condiciones cambiantes del clima y la falta de lluvias (como en este año en la región).
La implementación del módulo de innovación ha permitido, además, que otros productores se acerquen y observen —de forma directa— cómo, en comparación con la labranza convencional (y aún bajo las condiciones de sequía que prevalecieron), las innovaciones permitieron que el cacahuate tuviera un mejor desarrollo y una mayor producción de vainas; al momento de la visita al módulo, las plantas incluso aún tenían ginóforos (órganos que crecen escondiéndose del sol para criar a los frutos bajo tierra) en desarrollo.
El módulo de innovación El Mezquite, establecido en San Pedro Pochutla para difundir los beneficios de la diversificación de cultivos, forma parte del proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt).
Entre los aspectos que el proyecto promueve están diversas prácticas sustentables para que los productores puedan ser resilientes ante los efectos del cambio climático, se disminuya el riesgo de la inseguridad alimentaria en la agricultura familiar y de pequeña escala y se amplíen las posibilidades de acceder a mercados.
