- En el ámbito nacional, 51 000 hectáreas de superficie son destinadas para la agricultura protegida
2000Agro/Redacción
La agricultura protegida en México, también conocida como invernaderos, es responsable de la producción anual de 40 millones de toneladas de frutas y hortalizas. Sin embargo, esta actividad enfrenta el desafío de lograr una gestión responsable de recursos como agua, suelo y energía, para garantizar su sostenibilidad a largo plazo y mantener su competitividad en el mercado nacional e internacional.
En ese sentido, el uso de gas natural licuado (GNL) como combustible de la agricultura protegida tiene un rol clave en la cadena de producción, para aprovechar al máximo las materias primas utilizadas y por su estabilidad de precios.
“Los equipos de calefacción que requieren los invernaderos, especialmente de media y alta tecnología, se benefician del gas natural, ya que a diferencia del LP les permite mantener un flujo controlado sin variaciones y estabilidad de la presión, lo que evita cambios de temperatura y favorece la eficiencia de la combustión al cien por ciento. Además, el uso del CO2 en el desarrollo de las plantas, coadyuva a mejorar la producción y al control de plagas”, explicó Marcela Gastelum, subdirectora comercial de Énestas.
De acuerdo con la ejecutiva de la compañía mexicana, en el referido sector aún existe desconocimiento sobre los beneficios de este energético y su disponibilidad para invernaderos. Ya que en su formato líquido (GNL) es posible llevarlo a cualquier punto del país, a través de ductos virtuales y mediante la instalación de estaciones criogénicas que además de ser automatizadas, facilitan el servicio dedicado y garantizan almacenamiento en sitio y suministro 24/7, gracias a su telemetría.
Datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) refieren que, durante los dos últimos años, la superficie de agricultura protegida creció alrededor de 2000 hectáreas anuales. Este sector genera en promedio 1200 millones de dólares en divisas por las exportaciones hortofrutícolas.
“Parte del compromiso de Énestas es la creación de infraestructura y logística que las empresas necesitan, y en el caso de los invernaderos comprendemos la naturaleza de la industria y lo necesario de ofrecer soluciones integrales y escalables, capaces de adaptarse a la temporalidad y a los picos de consumo provocados por factores como el clima”, agregó Marcela.
Asimismo, la compañía asegura que el uso de GNL permite a los usuarios alcanzar ahorros hasta de 30 por ciento en gastos de combustible, lo que puede hacer la diferencia para que las empresas se desarrollen y alcancen sus objetivos económicos, sociales y ambientales.
Fotografía: Énestas