No deben satanizarse los productos que utilizan azúcar como materia prima, manifestó el líder cañero
Zacatepec, Morelos.─ Afectará gravemente a la agroindustria azucarera las propuestas de gravar con un peso por litro las bebidas azucaradas y la de incrementar dos pesos por kilo de azúcar a los productos que utilizan este tipo de edulcorante como materia prima, indicó el presidente de la Unión Nacional de Cañeros CNPR, Carlos Blackaller Ayala.
«Como Unión Nacional de Cañeros manifestamos que no es conveniente gravar bajo ningún tipo de impuesto el uso del azúcar de caña, pues traería afectaciones al sector, de la cual dependen las familias de 227 municipios, en 15 estados de la República, así como las cadenas productivas que utilizan el endulzante mexicano como materia prima», declaró Blackaller Ayala.
El azúcar no se debe satanizar como el principal producto causante de la obesidad y sobrepeso, pues estos problemas son multifactoriales y no sólo se deben al consumo del edulcorante mexicano, ya que, de acuerdo a las estadísticas, en los últimos años ha disminuido el consumo de 50 a 40 kilos por persona (equivalente a un 20 por ciento), mientras que los índices de estos problemas han ido en aumento.
El gravar las bebidas azucaradas traería consigo que los industriales cambien de insumo a edulcorantes más baratos y, en su mayoría, importados, como lo es el jarabe de maíz de alta fructosa, desplazando entre 250 y 300 mil toneladas de azúcar mexicano, en detrimento de la agroindustria mexicana de la caña de azúcar.
«En México tenemos una producción superavitaria de azúcar, este año se produjeron casi siete millones de toneladas de azúcar, si se aplicara el impuesto a los refrescos tendríamos entre 250 y 300 mil toneladas que habría que buscarle un mercado», comentó Carlos Blackaller.
En el caso de la propuesta de gravar con dos pesos los productos que usen azúcar como materia prima, el presidente de los Cañeros explicó que se estaría enviando un mensaje a la población de que el consumir azúcar de caña es nociva para la salud, siendo que nuestro cerebro y células se alimentan de glucosa, que es resultado del metabolismo de los azúcares que consumimos.
«Estamos trabajando con los diputados federales y senadores, para que este tipo de gravamen no se aplique ya que el gravar los productos que utilizan azúcar no es la solución para frenar los casos de obesidad y sobrepeso», concluyó Blackaller Ayala.
Fuente: El Sol de Cuernavaca
