El Ministerio de Medio Ambiente del gobierno español prohíbe el comercio, cría y tenencia de ejemplares de este molusco invasor, que causa estragos en los cultivos de arroz y grandes pérdidas económicas para los agricultores
Tarragona, España.─ El Ministerio de Medio Ambiente del gobierno español amplió las medidas para hacer frente a la expansión del caracol manzana en el delta del Ebro hasta el punto de situar a esta especie fuera de la ley.
En una orden publicada este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) prohíbe el comercio, cría y tenencia de ejemplares de este molusco invasor, que causa estragos en los cultivos de arroz y grandes pérdidas económicas para los agricultores. Esta especie invasora ocasiona graves daños en el cultivo del arroz en crecimiento y preocupa a los productores del Delta del Ebro, según informó la Subdelegación del Gobierno en Tarragona.
El caracol manzana, usado como elemento decorativo en los acuarios, hace meses que ha arraigado en el delta del Ebro y, hasta ahora, todos los esfuerzos para erradicarlo, incluso secar un margen entero del delta, han sido en vano.
La orden publicada ayer es una ampliación de la norma publicada el pasado 22 de julio, que ya tomaba medidas urgentes de protección frente al caracol manzana (Pomacea insularum).
La orden ministerial prohíbe taxativamente introducir caracol manzana en España procedente de países terceros, y en la exigencia de que las plantas de acuario importadas estén libres de esta espacie invasora.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha calificado al caracol manzana como una de las plagas más importantes del arroz en el mundo, al ocasionar graves daños en el cultivo, elevadas pérdidas económicas y ser una amenaza para la alimentación mundial.
El caracol manzana se ha detectado sólo en el delta del Ebro, donde ha mostrado una elevada capacidad de dispersión y ha comenzado a ocasionar daños en las parcelas de arroz.
También supone una amenaza a la biodiversidad de los humedales naturales por la voracidad de esta plaga, que consume un gran número de especies de plantas acuáticas autóctonas.
Actualmente, la Generalitat de Catalunya está desarrollando un programa de erradicación y control de esta plaga, que ha contado desde el principio con la colaboración financiera del Ministerio de Agricultura.
Fuentes de los productores de arroz consultadas por EFE consideran que “las medidas llegan tarde, cuando el daño ya está hecho” y denuncian que “el delta se ha vuelto un coladero de especies invasoras”.
Fuente: EFE
