Agroindustria

Financiamiento agrícola tendrá que evolucionar a nuevas opciones

  • El campo en México puede sufrir por factores impredecibles como el cambio climático, en los hábitos de consumo, políticas gubernamentales o la inflación

2000Agro/Redacción

Pese a que en 2022 el sector agropecuario mexicano experimentó un crecimiento de alrededor de 2 por ciento, persisten desafíos importantes: las alzas en los precios de los insumos y commodities para la producción agrícola, que superan el 8 por ciento, de acuerdo con el Consejo Nacional Agropecuario, así como los riesgos derivados del cambio climático y las sequías, que son amenazas potenciales para el desarrollo del sector en el país.

“Es una industria cambiante y de muchos retos, en donde no se puede predecir con exactitud qué eventos afectarán la producción, tales como el grado de severidad y afectación de una sequía o los cambios en los precios para la producción causados por eventos externos”, detalló Alejandro Villalobos, director para el Cono Norte de Cumplo, plataforma especializada en el financiamiento mediante anticipos de factura (factoraje).

Asimismo, el sector agro ve cada vez más reducidas sus opciones de financiamiento, como sucede con la inminente extinción de la Financiera Nacional para el Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, que llegó a atender más de 70 mil unidades económicas del sector primario.

De acuerdo con los datos del gobierno mexicano, el país cuenta con casi 18 millones de hectáreas sembradas dedicadas al cultivo de una extensa variedad de productos, entre ellos frutas y verduras.

Por otro lado, los productores de pequeña y mediana escala constituyen el 85 por ciento de los productores agroalimentarios, que generan más del 60 por ciento del empleo contratado. Además, se estima que los productores de pequeña y mediana escala contribuyen significativamente a la producción de cultivos como maíz, frijol, chile, cebolla, tomate, aguacate, mango y caña de azúcar, entre otros.

Sin embargo, el acceso al financiamiento es un factor decisivo para el desarrollo del sector.

“Dada la relevancia económica que significa la industria agropecuaria en el país, las empresas mexicanas requieren modelos de financiamiento que crean en ellas, por eso es que la banca tradicional no siempre es la mejor opción cuando el productor busca amortiguar los retos económicos que enfrenta”, asegura Villalobos.

De acuerdo con Villalobos, impulsar el financiamiento por adelanto de facturas en el sector agroalimentario contribuiría a la seguridad financiera para miles de personas que viven del campo en el país.

“El factoraje, al contrario del crédito simple, no solicita un proyecto de gran escala para justificar el financiamiento, tampoco condiciona a los productores a dejar como garantía el patrimonio que han construido a lo largo de su vida, y brinda la liquidez inmediata para la inversión en temporadas de alto trabajo”, explica Villalobos.

Cumplo trabaja actualmente con productores especializados en frutos como el aguacate, la uva o el jitomate, permitiendo que inviertan y flexibilicen su producción durante la época del año que es relevante para sus productos.

Fotografía: Cumplo

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