CIUDAD DE MÉXICO.— La industria panificadora manifestó su preocupación por el precio récord que registra el trigo en el mercado internacional, de 13.09 dólares por bushel en Chicago, que se incrementó casi dos veces en el último año, y también por el riesgo de escasez de insumos como aceites, mantequillas y harina.
En entrevista, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), Leopoldo González Casas, dijo que en el último año 3.0 por ciento de las panaderías cerró debido a la escalada de precios, incluido el del petróleo, que recientemente alcanzó los 110 dólares por barril.
Destacó que a pesar de los altos precios en los insumos la industria nacional no redujo su oferta de pan y así, la producción anual mantiene un valor de 49 mil millones de pesos en pan blanco y de 36 mil millones en pan de dulce.
Sin embargo, advirtió, “tarde o temprano la gente tendrá que pensar en pagar el gas, la gasolina o llenarse el estómago”.
Detalló que en promedio un bolillo se vende en 1.50 pesos. “Hace unos tres meses subió la harina casi 40 por ciento, de golpe, de un día para otro, y se repercutió automáticamente en lo menos posible, en menos de 20 por ciento en el bolillo”.
Consideró que la solución no es la autorización de más cupos para importar harina, ya que el encarecimiento de este producto responde a los altos precios internacionales del trigo, al alza en los combustibles, a la sequía y a que algunos granos se utilizan para la generación de etanol a escala mundial.
Sostuvo que México importa entre 60 y 70 por ciento del trigo que consume, del cual 80 por ciento se utiliza para elaborar pan y galletas, mientras que el resto para pastas.
En cuanto a la situación de las panaderías, recordó que hace diez años era la segunda industria manufacturera del país, “hoy por lo menos son 400 mil personas las que dependen indirecta y directamente en cerca de 33 mil panificadoras”.
Explicó que las panaderías normalmente utilizan gas, “el cual no se ha incrementado de golpe, pero sí los demás servicios como tarifas eléctricas, predial e impuestos sobre impuestos; el famoso IETU nos ha pegado durísimo”.
La industria del pan, dijo, está en una situación “bastante precaria y le ponen impuestos a un producto que no se genera; por ejemplo, si le debo a un banco no me reconocen el pago de los intereses y automáticamente muchas panificadoras cerrarán, porque si deben dinero pagan impuestos o pagan el crédito”.
Por lo anterior, dijo el presidente de la Canainpa, buscará una reunión con autoridades de la Secretaría de Hacienda para exponerles el problema del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), así como con el nuevo Impuesto a Depósitos en Efectivo (IDE).
Insistió en que la industria panificadora ha soportado “todo lo humanamente posible” por mantener los precios, las plazas laborales y a la industria en operación, “pero con estos movimientos, no sabemos; cada día cambian los precios, el petróleo sigue con la escalada”.
Aclaró que el problema de los granos y harinas es mundial pues incluso ha habido manifestaciones de agricultores y consumidores en Europa y Estados Unidos por los incrementos; como ejemplo, mencionó que en Italia hay aumentos a las pastas y en España a la leche.
Fuente: Notimex
