Estudios con animales alimentados con OGM deben considerar diferentes factores para realizarse de manera correcta
Los estudios de alimentación con organismos genéticamente modificados (OMG) mal diseñados abundan, muy posiblemente debido a las dificultades en la realización de cualquier estudio de alimentación animal. Este tipo de estudios son a menudo utilizados por personas que afirman que los OGM son peligrosos. Puede ser difícil determinar si un estudio se ha diseñado y realizado correctamente.
El contenido nutricional de control y tratamiento de los alimentos suministrados a los animales debe ser analizado para determinar si existen diferencias que no sean el rasgo GM. Si los alimentos no son tan idénticos como sea posible, cualquier diferencia observada entre los animales tratados y los controles no se puede atribuir exclusivamente a dicho rasgo.
Muchos trabajos han demostrado que el entorno tiene un fuerte impacto en el contenido de nutrientes y minerales en los cultivos, por lo que un fracaso para llevar a cabo este análisis es un defecto fundamental en cualquier estudio de alimentación de GM. El contenido de antinutrientes, y los hongos y las bacterias productoras de toxinas deben ser analizados también.
Asimismo, un estudio bien diseñado deberá tener el control y piensos modificados genéticamente cultivados en el mismo campo y en el mismo año, para minimizar la variabilidad causada por el medio ambiente.
El control y el tratamiento de los animales deben ser manejados de la misma manera, con la excepción de la presencia de la proteína transgénica y el gen en el alimento. Esto asegura que las diferencias observadas entre los animales puedan atribuirse exclusivamente a la alimentación, no al medio ambiente o las condiciones en que se guardaban los animales.
Un estudio bien diseñado debe tener en cuenta la potencia estadística durante la fase de diseño. Los autores deben considerar de antemano qué parámetros van a estar midiendo y que la cantidad de la medición fluctúa en sujetos sanos para determinar la cantidad de animales que necesitan en su estudio.
Finalmente, si un estudio encuentra una diferencia entre los animales alimentados con transgénicos y controles, estudios posteriores en el experimento deben presentar la misma diferencia. Por el contrario, si un estudio similar se ha hecho en el pasado y no se registra la diferencia observada, los autores deben hacer frente a la discrepancia y proponer una hipótesis sobre por qué sus resultados son diferentes.
