Biotecnología

Restaurar áreas la gran tarea por hacer

En los Programas de Conservación y Manejo de las Áreas Naturales Protegidas, el gobierno ha puesto en marcha tres ejes de acción. De manera directa están la protección, el manejo y la restauración, en tanto que indirectamente las acciones se concentran en conocimiento, cultura y gestión.

Las regiones prioritarias para la conservación son bosques, selvas, desiertos, islas manglares, lagunas y arrecifes, entre otras, y cada región tiene su importancia que sumadas como un todo adquieren su razón de ser.

El total de áreas naturales protegidas federales se organiza de la siguiente manera: 34 reservas de la biosfera con una superficie de 104 millones 795,346 hectáreas; cinco parques nacionales con un millón 397,163; cuatro monumentos nacionales con 14,093; dos áreas de protección de los recursos naturales con 39,724; 27 áreas de protección de flora y fauna con cinco millones 558,714 y 17 santuarios con 689 hectáreas.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), con un presupuesto para 2003 de 265 millones 346 mil pesos, trabaja de manera conjunta con dependencias como la Secretaría de Turismo, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Semarnat, la Sagarpa, los gobiernos municipales y estatales para que los ecosistemas y su biodiversidad sean conservados.

La Conanp tiene un nuevo esquema de planeación para las áreas naturales protegidas, que consiste en la delimitación de zonas, pero también con un novedoso elemento: el ordenamiento ecológico, al cual se integran el programa operativo anual y la evaluación de la efectividad.

Dentro de las tareas del organismo está la de difundir el valor del patrimonio natural de México. Un ejemplo de lo anterior consiste en destacar que los humedales son de gran importancia, porque almacenan y purifican grandes cantidades de agua y son zonas de alta prioridad biológica de las cuales depende gran parte de la pesca comercial. Además, los humedales controlan la erosión, mitigan inundaciones y el cambio climático.

Usos del cobro de derechos

Con el instrumento de cobro de derechos (uso de islas o islotes, campismo, navegación o actividades de observación, entre otras), se recaudaron 6.5 millones de pesos durante los primeros cuatro meses de 2003 y se estima que para finales de este mismo año se recaudarán cerca de 20 millones de pesos.

De estos recursos, 23.5 por ciento se destinó a pago de honorarios, 21.2 por ciento a equipamiento e infraestructura, 49.8 por ciento a acciones de conservación, 4.6 por ciento a difusión y educación y 1 por ciento a gastos de administración.

Para mejorar y hacer más eficiente la toma de decisiones, la Conanp hizo una división en cuatro regiones: Mar de Cortés, Pacífico Centro, Frontera Sur y Península de Yucatán. Se nombraron coordinadores regionales, quienes tendrán como responsabilidad agilizar los mecanismos para la toma de decisiones en las propias comunidades y entre los organismos del sector social. También son responsables de generar mecanismos de asesoría, capacitación y colaboración entre las áreas naturales protegidas de la región.

Los programas de conservación de los ecosistemas y su biodiversidad están encaminados a atender a la población marginada con el Programa de Empleo Temporal. Hasta el momento se ha trabajado con habitantes de 188 comunidades asentadas en 26 áreas naturales protegidas, con una inversión de nueve millones 138 mil pesos.

La mayor parte de las acciones se concentraron en favorecer la conservación de los suelos, destacando la sedentarización de la milpa, la reforestación y otras obras de restauración de suelos. Otras acciones se concretaron a impulsar actividades de carácter productivo, como son las plantaciones comerciales, el mantenimiento de infraestructura turística, establecimiento de viveros comunitarios, así como conservación y aprovechamiento de la vida silvestre.

Desarrollo desigual

El gobierno reconoce que los procesos productivos dentro de las áreas naturales protegidas son muy desiguales. Frente a esta realidad, se están desarrollando varias líneas de trabajo.

Una de ellas es la intención de introducir al menos un proceso de negocio de conservación con poblaciones locales, otra es identificar áreas de oportunidad para la realización de proyectos productivos alternativos, una más consiste en fortalecer los proyectos existentes con acciones como efectuar estudios de factibilidad, infraestructura y capacitación a los productores.

También, en otras áreas naturales protegidas se promueven acciones para la consolidación de los procesos productivos de conservación ya realizados por la población local, mediante un trabajo de organización en microempresas e integrando unas a otras.

Así, en materia de restauración y desarrollo forestal sustentable, en el presente año se tiene programada una inversión de hasta 107 millones 689,250 pesos, con la participación de 29 áreas naturales protegidas (en estos programas está incluida la Comisión Nacional Forestal).

Por último, el Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación para la Conservación tiene como principal objetivo el de evaluar los cambios y condiciones de los ecosistemas y su biodiversidad, así como el desarrollo comunitario de las regiones prioritarias para la conservación. Se establecen indicadores que permitirán verificar los progresos en el cumplimiento de los objetivos y las metas institucionales, y, al mismo tiempo, identificar áreas de oportunidad.

En cuanto a investigación se establecieron nueve líneas: ecología de poblaciones o comunidades, biología básica de la especie, manejo y conservación de flora y fauna, monitoreo biológico ambiental o de ecosistemas, manejo de cuencas, valoración económica de la biodiversidad, valoración económica de los servicios ambientales, fortalecimiento de las organizaciones sociales y aplicación de instrumentos socioeconómicos para la conservación.

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