Urgen a la SE definir normas para el sector
MÉXICO.— En los tres últimos meses de 2009 los productores lecheros del Bajío fueron golpeados por un incremento de 30 por ciento en los precios de los forrajes; la disminución de 5 por ciento del hato; la desaparición de un igual porcentaje de los medianos y pequeños productores, así como por el desplome del valor del hato regional, unas 120 mil vacas, hasta en un 50 por ciento, señaló Vicente Gómez Cobo, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros, AC (ANGLAC).
Y para agravar esta situación, 2010 también se presenta complicado para el sector, toda vez que la Secretaría de Economía (SE) no ha promovido normas que presionen a los industriales lecheros a comprar leche fresca en vez de leche en polvo, lactosueros o grasa vegetal para elaborar sus productos de valor agregado como yogures y quesos, condiciones que a fin de cuentas han desalentado a los productores.
Asimismo, aseveró el titular de la ANGLAC, esa dependencia federal tampoco ha impulsado medida alguna que frene en lo posible la entrada de la leche en polvo al país procedente, principalmente, de Estados Unidos, ya que ésta se vende en México a un precio menor a la leche fresca nacional, acción que vulnera los preceptos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) al ser ésta una práctica de dumping propiciada por los productores estadounidenses.
“Los últimos tres meses del año pasado fueron muy complicados, ya que no hubo cambios. No logramos que la Secretaría de Economía publicara normas oficiales para los productos derivados de la leche y eso es muy importante para nosotros, para tener certeza de lo que hacemos y una competencia justa contra la leche en polvo”, comentó el también líder de los lecheros queretanos.
Pese a esta situación, el entrevistado se mostró confiado en que en el primer semestre del año la SE promueva una norma para regular la elaboración de productos derivados de la leche y con ello se impulse al sector, al ser la leche fresca el insumo principal de los productos lácteos de valor agregado.
«Aún no hemos logrado que la autoridad tenga la sensibilidad y la urgencia que tenemos, pero hemos continuado platicando porque creemos que hay un interés y por ello esperamos en el primer semestre lograr ya algo”, aseveró.
En cuanto a la limitación de la entrada de la leche en polvo, señaló: “No vemos tan buena voluntad en este tema, a la Secretaría de Economía la vemos con sinceros resquemores de que si frena las importaciones habría una cierta escalada de precios al consumidor y es no es cierto.
“Si la SE pone alguna limitación a las importaciones de bajo costo de producción y bajo costo de comercialización, sería bueno, porque al final, la industria no tendría facilidad de abastecerse de un producto muy barato que viene a competir deslealmente contra el nuestro.”
Vicente Gómez Cobo explicó además que el sector ha tenido un respiro con los pequeños aumentos en los precios de la leche en polvo, circunstancia que ha llevado a los industriales a elegir la leche fresca nacional debido a sus mejores propiedades alimenticias.
“Si bien subieron los costos de producción, como las proteínas, la soya o el maíz, y eso nos puso nuevamente en una situación complicada, la leche en polvo ha subido algo y eso hace que la industria voltee al abasto nacional y eso es bueno, porque el año pasado sobraba mucha leche en estos días.”
En el caso de los incrementos en los precios de los insumos, especificó que la sequía “local” incrementó los costos de los forrajes en los últimos tres meses de 2009 entre un 20 y 30 por ciento, especialmente los precios de las pajas de alfalfa o avena, o de granos como el maíz. Este último insumo también se vio afectado por la subida de los combustibles, y las alzas de la soya, por la sequía que golpeó a Brasil y Argentina, los principales productores de esta planta.
Éstas fueron situaciones que terminaron por minar a los productores regionales, luego que 2009 se despidiera desapareciendo en los municipios queretanos de Colón y El Marqués, hasta donde se sabe, dos establos medianos, uno 800 y otro de mil 200 vacas lecheras. Escenario que además disminuyó el hato estatal estimado en 30 mil cabezas.
Debido a estas condiciones, el hato regional disminuyó en un estimado de 5 por ciento y un igual número a los pequeños y medianos productores.
Pese a este panorama, el presidente de la ANGLAC indicó que podría darse un pequeño alivio para el sector en 2010:
“Yo creo que puede haber una leve mejoría. Todo va depender de la reactivación del consumo, de las normas de la SE, de que esas normas defiendan que los productos lácteos se hagan con leche, porque hay tantas formas de engañar al consumidor y si esas normas permiten la fórmula láctea u otras, entonces en vez de ayudar, nos perjudicará, porque si hay una norma que permita eso, también es una forma engañar, porque la calidad de la leche nadie la tiene.”
Gómez Cobo expresó que este año podrían darse incrementos en los apoyos a los productores, por lo que exigió también que las autoridades apliquen directamente y a tiempo los programas que tengan planeados para tales apoyos, pues “el año pasado no se cubrió ni al diez por ciento de ellos”, dijo.
A esto se suma que por no existir una certidumbre en el sector, el valor del hato se haya desplomado en un 50 por ciento de lo que valía hace dos años, “un ejemplo, es que hace dos años, una becerra al parto valía dos mil 600 dólares y hoy vale mil 300, es decir que los inventarios del hato han caído a la mitad”.
Asimismo, afirmó que los grandes productores, quienes habían resistido la crisis hasta cierto punto, también ya entraron en problemas de pagos con sus acreedores, principalmente los bancos. “Aquí, algunos apostaron a que la actividad tendría buen futuro y arriesgaron, y hoy están teniendo problemas por sus pagos.
“Y la situación sigue estando muy complicada, por la competencia desleal de la leche en polvo, y no debe ser, porque la leche no debe estar supeditada a si otros países tienen o no excedentes, eso nos pone en riesgo porque uno no puede ya planear una inversión ni nada, ni siquiera incentivar la producción.”
Fuente: El Financiero online
