Maquinaria e Insumos Agricolas

La tractorización en México

2001– 2006: el inicio de las exportaciones de tractores
La vigencia de la zona de libre comercio permitió acceder al enorme mercado de Estados Unidos y Canadá lo que atrajo a los consorcios de fabricación de tractores, permitiéndole al país y a la industria ingresar en el comercio internacional con escala de producción y tecnología competitivas.

En este lapso, Valtractores desapareció del mercado nacional, sumándose McCormick Tractores, además del hecho que New Holland y Case se fusionaron en el ámbito internacional, quedando cuatro empresas con plantas distribuidas así:

1.    Industrias John Deere, con la Planta Saltillo, Coahuila, dedicada a la fabricación de tractores.
2.    CNH de México, empresa encargada de fabricar y comercializar las marcas de tractores Case y New Holland. Con plantas en Querétaro y Silao, Guanajuato.
3.    AGCO de México, S de RL de CV, que inicia operaciones inmediatamente con la marca Massey Ferguson y posteriormente incorpora las operaciones para Challenger en México. Durante 1996 AGCO Corp. adquiere las instalaciones ubicadas en Querétaro, para reanudar la producción de tractores agrícolas.
4.    McCormick Tractores de México, S de RL de CV, empresa que comenzó sus actividades en 2003, ubicada en Silao, Guanajuato.

En 2006, dio inicio la apertura del mercado mexicano a la importación de tractores de origen chino, lo que ha agudizado la competencia.

Perspectivas
Para actualizar los datos sobre la tractorización en el país, se enfrenta un serio problema de falta de datos precisos, teniendo que recurrir a elaborar estimaciones a partir de informaciones incompletas y poco confiables.

Algunos especialistas apuntan que si se considera la disponibilidad de ocho millones 454 mil 287.5 kilovatios (kW) —equivalentes a 11 millones 338 mil 905 caballos de potencia (Hp)— del parque de tractores; las 16 millones 892 mil 228 hectáreas (Ha) mecanizables, y por otro lado, que la razón más adecuada de mecanización es de 0.75 kW/Ha (1 Hp/Ha), se concluye que existe un déficit de potencia de cuatro millones 140 mil 557.6 kW (cinco millones 553 mil 323 Hp), es decir, de 79 mil 333 unidades de tractores de 52.19 kW (70 Hp).

Entonces, la industria tendría un potencial para producir hasta 19 mil unidades al año, y agregándose diez mil a las nueve mil que se producen, las estimaciones indican que en ocho años se cubriría el déficit de 79 mil 333 tractores.

Según cifras de la industria, en 2003 el parque de maquinaria agrícola en ascendió a 175 mil tractores, que trabajaban en una superficie de 18 millones de hectáreas.
De acuerdo con el VIII Censo Agrícola y Ganadero, hasta 2007 el país disponía de 238 mil 248 tractores, de los cuales 95.5 por ciento se encontraban funcionando en una superficie agrícola de 29.9 millones de hectáreas.

En dicha extensión, las unidades de producción que utilizaron algún tipo de tracción fueron tres millones 755 mil, de las cuales 30.4 por ciento utilizó únicamente tracción mecánica; 17.1 por ciento sólo animales de trabajo, mientras que 10.2 por ciento empleó tracción mecánica y animales de trabajo; asimismo, destaca que 33.7 por ciento de las unidades de producción utilizaron herramientas manuales para las labores agrícolas.

En 2008, de acuerdo con el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral (CIIDRI), en todo el país operaron 324 mil tractores de diversas marcas, datos que difieren notablemente con los del censo de 2007.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la existencia de tractores ha registrado un crecimiento sostenido promedio de cuatro mil tractores desde 1962 hasta 1967, año en el que se incrementa el parque hasta llegar a un récord máximo en 1991, cuando aumentó a 17 mil 313 unidades respecto a las existentes en 1990.

Sin embargo, a partir de ese año, los aportes de tractores no cubren siquiera las bajas por obsolescencia, ya que se ha disminuido el parque en una cifra constante de cuatro mil 905 tractores por año. Por ello, es necesario aportar cantidades importantes, superiores a las ventas promedio, en alrededor de diez mil tractores anuales, para que el parque comience a incrementarse, en lugar de disminuir.

De lo contrario, la agricultura mexicana se encontrará cada vez más comprometida. Si se sigue la tendencia señalada por la FAO, con una disminución constante de cuatro mil 905 tractores cada año —considerando el intervalo de 1991 a 2007— tenemos 233 mil 925 tractores en 2008; 229 mil 20 en 2009; 224 mil 115 en 2010; 219 mil 210 en 2011; 214 mil 305 en 2012; y expectativas de 209 mil 400 en 2013; 204 mil 495 en 2014 y 199 mil 590 en 2015.

Estas cifras plantean un reto para las autoridades, ya que es necesario un esfuerzo considerable para revertir esta situación y, con ello, lograr que la agricultura del país se capitalice y despegue.

* Investigador independiente en mecanización y máquinas agrícolas. Ingeniero agrónomo en maquinaria agrícola, graduado de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. Postgraduado como especialista en gerenciamento y utilización de máquinas agrícolas de la Facultad de Agronomía Eliseu Maciel de la UfPel, Brasil.

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