Agroindustria

AgroPark: fuente de conocimiento y desarrollo económico

Por lo general, en un invernadero de plástico este insumo tiene que ser reemplazado a veces cada año, mientras que el vidrio tiene un tiempo de vida de hasta 15 años. En el caso de los invernaderos de Freshmex la estructura está diseñada para tener un tiempo mínimo de vida de 20 años.
Cubiertos los aspectos estructurales de diseño y mantenimiento del invernadero, es posible controlar el riesgo más importante para el cultivo que producen: el picudo del pimiento (Anthonomus eugenii).
En un invernadero de vidrio es mucho más difícil que entre este insecto porque, además de contar con una malla mosquitera, cada hectárea tiene uno o dos técnicos encargados de supervisar las condiciones del invernadero, además del personal encargado de revisar cada 15 días que los techos se encuentren en óptimo estado.
“Mucha gente pregunta por qué hay tantas personas haciendo esta labor de revisión. Bueno, sólo basta calcular la inversión en mano de obra con base en la ganancia económica de no perder un kilo de producción.
Un kilo, multiplicado por 75 metros cuadrados da 75 toneladas de producto; cada kilo se vende a tres dólares, que en total generan ingresos por 220 mil dólares. Entonces, como la inversión ha sido tan grande y se están recuperando las ganancias, los costos en seguridad deben ser de las mismas dimensiones”, explicó el gerente general de Freshmex.

Intercambio de conocimientos para el desarrollo
Además del incremento en los volúmenes de producción y el mejoramiento en la calidad de productos hortofrutícolas y ornamentales, principalmente, la agricultura protegida ha traído a México nuevos mecanismos y tecnologías productivas para hacer la producción bajo invernadero una actividad que fortalezca al sector primario de la economía.
Sin embargo, en el mundo de la agricultura protegida y de la agronomía aplicada a ésta aún hay mucho por aprender y por mejorar, afirmó Oscar Woltman. “Si estamos convencidos de que los invernaderos, no sólo de vidrio como los de esta empresa, sino incluso los más sencillos, son el futuro para producir más alimentos y mejores, debemos aprender a producir mejor y de forma rentable, no sólo para los inversionistas, también para el consumidor llevándole un producto accesible, más barato de lo que actualmente es.”
Con base en este criterio se decidió establecer un centro de transferencia de tecnología en las instalaciones de AgroPark. Las actividades de este centro contemplan el intercambio estudiantil y académico, así como de especialistas en materia agrícola, para conocer los métodos de otros países, como Holanda, España o Israel, que los han llevado a ser líderes en la producción de alimentos bajo invernadero.
“En el caso de México, el futuro de AgroPark depende de la apertura entre los agrónomos, porque si ellos no quieren compartir sus experiencias no sirve de nada tener juntos a los productores en un parque agrícola si no podemos ofrecerles soluciones.”
Por lo pronto, Freshmex trabaja en un proyecto con especialistas de la Universidad de Querétaro para resolver un problema que se presenta al principio de temporada en el cultivo de pimiento morrón —específicamente durante las tres primeras semanas de la cosecha— y para el que aún no hay solución: el tallo podrido.
“Si nosotros encontramos la solución a este problema tenemos el deber de compartirla con los demás productores o empresas. No tenemos miedo a la competencia porque compartir tus conocimientos es una forma de transferencia de tecnología, siempre y cuando estos beneficios se vean también reflejados en el consumidor, porque tradicionalmente los productos de invernadero son más costosos, pero si hubiera más invernaderos se incrementaría la producción y bajarían los precios para el consumidor.”

Los invernaderos no son una mina de oro
Respecto a la alta rentabilidad de los invernaderos, Oscar Woltman afirmó que si bien representan una alternativa de negocio muy productiva siempre y cuando se haga con base en un plan —agronómico y financiero— bien estructurado, la sobredimensión en las expectativas de ganancias no siempre es correcta.
“Hay mucha gente dispuesta a producir bajo invernadero porque cree que es una mina de oro, bueno, pues la verdad es que no lo es; sí puedes ganar y recuperar tu inversión, pero en el largo plazo, en cinco o seis años, no en dos, como tradicionalmente se espera.
“Otro aspecto en relación con los apoyos que los gobiernos, federales y estatales, están dando para la implementación de proyectos de invernaderos que me preocupa es que hay muchas inversiones sin plan. Por supuesto que dar recursos es importante, pero al mismo tiempo que das los apoyos, brindas capacitación y exiges un plan de trabajo, partiendo de dos condiciones básicas: contar con asesoría agronómica desde que concibes el proyecto y buscar esquemas y alternativas de comercialización”, apuntó Woltman.
En cuanto a la inversión extranjera para la implementación de invernaderos en México, Woltman consideró que ésta se incrementará paulatinamente lo cual, dijo, aumentará la demanda de insumos producidos en el país así como de mano de obra especializada.
Acerca de los costos de un invernadero, espera que éstos se reduzcan, sin embargo recordó que los precios de las certificaciones de invernaderos de vidrio como los de Freshmex son bastante altos. A esto hay que agregar que, paradójicamente y pese a contar con invernaderos altamente tecnificados, las aseguradoras no “confían” en la estructura de los invernaderos de Freshmex para cubrirlos.
“Yo creo que, como no conocen este producto, las aseguradoras tienen miedo. Pero la estructura de nuestros invernaderos resiste 25 kilos de nieve por metro cuadrado y vientos de hasta 150 kilómetros por hora, o sea está hecho para soportar el clima holandés, que es por mucho más extremo que el de México. De cualquier forma, estamos negociando opciones de aseguramiento, aunque hasta la fecha las que nos han ofrecido son muy caras.”

Ventajas competitivas de los invernaderos en México
La gran ventaja competitiva de los invernaderos en México, respecto a otros países de la región, es su cercanía con Estados Unidos y la demanda de este país por alimentos. Además de que las tendencias de este mercado, así como del europeo, apuntan hacia mayores requerimientos de alimentos sanos, no necesariamente orgánicos.
Así, “México tiene un gran futuro en agricultura protegida, siempre y cuando los invernaderos sean manejados con el acompañamiento permanente de un agrónomo. Cuanto más alta sea la inversión más importante es el agrónomo”, enfatizó el gerente de Freshmex.
En cuanto a la participación de pequeños y medianos productores en Freshmex, Oscar Woltman comentó que actualmente trabajan con cinco empresas ubicadas en Querétaro, a las cuales ofrecen capacitación sobre aspectos básicos, como nutrición vegetal y manejo del invernadero.
“El más chico de los invernaderos con el que trabajamos es de media hectárea y el más grande es de ocho hectáreas. Ellos reciben visitas de nuestro personal de diferentes áreas para ayudarles a detectar las necesidades de sus cultivos en su propio ambiente, desde cómo manejar la planta hasta cómo cosechar.”
Además, estas empresas han acercado a Freshmex su producto para comercialización, el cual primero es seleccionado y luego empacado, ya sea para exportación o para el mercado nacional.
“En los empaques de color azul metemos la mejor calidad de pimiento, sin importar de qué empresa vino; con base en la calidad determinamos si va al mercado nacional o de exportación, pero siempre con un minucioso seguimiento de hacia dónde se comercializa, para garantizar la transparencia de los recursos que se pagan a las empresas.”
“Finalmente, además de la transferencia de tecnología y el intercambio de experiencias, lo más importante en agricultura protegida es que la inversión se oriente con base en una excelente organización y acompañamiento agronómico, para que el productor pueda vender calidad”, concluyó Woltman.

* agro@3wmexico.com

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