Agroindustria

Granos básicos una mirada al futuro

La importancia del maíz y el frijol en México va más allá del aspecto económico y se entrelaza con siglos de cultura a través de los cuales se ha enriquecido la diversidad genética en nuestro país.

Estos granos son la base de la dieta popular y los de mayor consumo en territorio nacional. El maíz es el cultivo más importante en cuanto a producción y superficie de siembra, seguido por el frijol y el sorgo.

Sin embargo, la comercialización de los dos primeros cultivos parece volverse incierta ante la inminente apertura total del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el 1 de enero de 2008.

Los expertos vaticinan que sin ninguna intervención regulatoria por parte del gobierno mexicano, el sector agroalimentario enfrentará importaciones en tiempos de cosecha, lo que dejará sin compradores a la semilla nacional y generará la caída en los precios.

Ante esta situación algunas organizaciones como la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), han propuesto a las autoridades establecer un mecanismo permanente que administre importaciones y exportaciones de semillas.

“Necesitamos un aparato flexible y dinámico que vigile la complementariedad de las importaciones a la producción nacional, a razón de evitar que la desplacen o compitan con ella”, señaló en entrevista con 2000 Agro, el director ejecutivo de ANEC, Víctor Suárez Carrera.

Para diversos países, el tema de la agricultura es sinónimo de seguridad nacional, por lo que realizan fuertes inversiones estructurales vinculando la ciencia y la tecnología para impulsar la productividad y competitividad del sector, mientras que para México el campo no es prioritario pues se considera que es más económico importar que producir, argumentó Víctor Suárez.

En el plano internacional la Ley Agrícola de Estados Unidos seguirá impulsando la producción y consumo de biocombustibles, que traerá consigo una creciente demanda de maíz para la producción de etanol.

América del Norte está canalizando más de nueve mil millones de dólares por año a la producción y consumo de etanol. Mientras que México enfrenta deficientes procesos de productividad, cosecha, almacenamiento y conservación del grano; además de la desorganización y descapitalización de tres millones de productores de maíz dispersos en el territorio nacional.
Adicionalmente, la mayor parte de estos cultivos continúan expuestos a sequías e impactos de fenómenos naturales causados por el cambio climático.

Los costos de producir

Los costos de producción del maíz, frijol y sorgo varían según el sistema. En el maíz el método de temporal se encuentra en el orden de tres mil pesos por hectárea (ha), mientras que el de riego tecnificado promedia entre los 10 mil y 15 mil pesos, señaló Víctor Suárez.
En lo que respecta a la producción de frijol, en riego tecnificado tiene un costo de cinco mil pesos por ha y en el caso de temporal es de tres mil pesos, agregó el director ejecutivo de ANEC.
México carece de un programa de vinculación entre la ciencia y la producción. El maíz tiene un promedio de rendimiento de tres toneladas por ha en el ámbito nacional, pero llega hasta 12 toneladas con sistemas de riego en Sinaloa y 800 kilos en Puebla, Oaxaca y Yucatán. Otro cultivo importante, el frijol, está en el orden de rendimiento de una tonelada por hectárea.

Sorgo en México

Algunos cultivos comienzan a ser desplazados en cuanto a superficie de siembra, debido a la preferencia de los agroproductores por el maíz a causa del aumento en el precio. Este comportamiento en el mercado también ha empujado al alza las cotizaciones de otros granos como el sorgo.

El promedio de superficie cultivada de sorgo en el país es de dos millones de hectáreas, lo que coloca a México en el cuarto lugar de producción a escala mundial y el primero en su consumo. Tamaulipas es el estado de mayor superficie sembrada con 875 mil has al año y un rendimiento de tres toneladas por ha, señaló en entrevista para 2000 Agro, Juan Báez Rodríguez, presidente del Consejo Nacional de Productores de Sorgo (CNPS).

Sin embargo, pese a su relativo éxito el cultivo de sorgo tampoco escapa a las sequías y las embestidas del cambio climático, ya que 500 mil hectáreas son de temporal, lo que ha mermado las expectativas de los sorgueros en cuanto a rendimientos para este año.
“Cuando abrimos el ciclo en Tamaulipas pensamos que podríamos llegar a dos millones 500 mil toneladas, pero no ha llovido mucho y hemos tenido temperaturas muy altas, por lo que probablemente no lleguemos a los dos millones”, comentó el presidente del CNPS.

México consume 10 millones de toneladas de este grano al año, de las cuales produce entre cinco y seis millones e importa el resto, por lo que sería importante ampliar la superficie de plantación por medio de una política que desestimule la siembra de cultivos de bajo rendimiento, agregó.

También es necesario fomentar la investigación para generar nuevas variedades y estimular el cultivo de sorgo blanco, que tiene calidades nutricionales más elevadas que la del sorgo rojo común.

Otro aspecto fundamental es impulsar la producción nacional de fertilizantes, ya que actualmente se tienen que importar de Ucrania y los costos de producción se elevan considerablemente, apuntó Báez Rodríguez.

De esta manera, mientras el gobierno mexicano no apoye con firmeza los intereses de sus productores nacionales e impulse la ciencia para mejorar los procesos productivos, el deterioro del campo y la dependencia alimentaría seguirán en aumento.

Comentarios

comentarios

Siguenos!

Países que nos están viendo


Suscribete al Boletin