Agroindustria

Sequía impactará en producción agrícola en Nicaragua

El déficit de precipitaciones en Nicaragua impactará en ámbitos como la producción de maíz, maní y arroz

Managua.─ El ministro de Agricultura y Ganadería de Nicaragua, Edward Centeno, afirmó que el déficit de precipitaciones en Nicaragua impactará en ámbitos como la producción de maíz, maní y arroz durante el ciclo agrícola 2014-2015.

De acuerdo con el titular, se prevé una pérdida de 1.1 millones de quintales de maíz, lo que implica una producción de 8.3 millones, por debajo de los 9.4 previstos.

En el caso del maní, las autoridades pronostican que las mermas rondarán los 100 mil quintales, con lo cual la nueva meta por cosechar en este rubro será de cuatro millones.

Asimismo, se prevén pérdidas de un poco más de un millón de quintales de arroz, tanto de secano como de riego, y las nuevas proyecciones apuntan a 3.6 millones de quintales. Centeno señaló, no obstante, que estas cifras podrían mejorar si durante la cosecha de postrera el invierno (época lluviosa) muestra un mejor comportamiento, principalmente en la franja del Pacífico del país, donde está afectando con mayor severidad la sequía.

Con respecto al frijol, “consideramos que podemos mantener la proyección para llegar a una cifra de 3.9 millones de quintales”, que era lo contemplado en el Plan Nacional, dijo.

Como parte de las medidas, el ministro de Fomento, Industria y Comercio, Orlando Solórzano, señaló que para lograr el abastecimiento de los mercados se ampliará el contingente de importación de granos básicos con cero por ciento de impuestos.

Precisó que esas acciones se emprenderán de manera tal que complementen y no perjudiquen la producción nacional.

Representantes del gobierno y los diferentes sectores productivos sostuvieron hoy un encuentro con el objetivo de establecer las acciones que se emprenderán para hacer frente a la sequía.

La coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, señaló este martes que este mes de agosto podría ser, quizá, el más caluroso del que se tenga memoria y el peor invierno (el más seco) del que se tengan registros en Nicaragua.

Fuente: Prensa Latina

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