Debido a las importaciones del grano, se han perdido más de 200 mil jornales y 10 mil fuentes de empleo, señaló Pedro Díaz Hartz, presidente de la Fenaparroz
CIUDAD DE MÉXICO.─ Al duplicar los permisos de importación de arroz de 2008 a la fecha, provocando fuga de divisas por cuatro mil millones de dólares, la Secretaría de Economía ha llevado a la quiebra a los productores del grano, afirmó Pedro Alejandro Díaz Hartz, presidente de la Federación Nacional de Productores de Arroz de México (Fenaparroz).
“Ante las decisiones autoritarias y unilaterales de la Secretaría de Economía, volveremos a perder productividad y crecimiento que traíamos sostenidamente en los últimos tres años. Se perderán empleos, jornales y generación de estabilidad familiar en las zonas rurales productoras”, apuntó Díaz Hartz.
En consecuencia, dijo, se han perdido más de 200 mil jornales y diez mil fuentes de empleo, ya que 65 por ciento del arroz que se consume en México es importado, principalmente de Estados Unidos, además del arroz asiático que ingresa “triangulado” a ese país.
Por lo anterior, el líder de los arroceros propuso a Diconsa y al DIF adquirir arroz mexicano para sus programas sociales, con lo que ayudarían a productores nacionales que no pueden competir con el grano importado.
Respecto de las industrias afectadas por las importaciones, Díaz Hartz comentó que actualmente quedan 19, la mayoría de las cuales se han convertido en maquiladoras de arroz palay importado.
Ante esta situación, dijo, “existe el riesgo de que en cualquier momento las importaciones ya no sean de palay sino de grano pulido, como ha sucedido a partir de la eliminación de aranceles a países con los que tenemos acuerdos comerciales y aun con los que no”.
Advirtió que dicha situación provocaría el rompimiento total de la cadena, sustituyendo empleos en la industria y en campo por comercializadores intermediarios.
Acerca del sector empacador, dijo que existe la sospecha de que se estén adquiriendo furgones de arroz importado, con precios por debajo del precio internacional, lo que ha evitado la salida de los inventarios de arroz de la cosecha pasada, desincentivando el interés del sector industrial en adquirir arroz nacional, además de la distorsión de precios internos, tanto en industria como en campo.
2000 Agro
