Esta plaga ocasionó daños en 70 mil de las 140 mil toneladas de sorgo que se producen al año en el estado
Productores de sorgo en Morelos han registrado pérdidas económicas por más de 200 millones de pesos por el pulgón amarillo, el cual ha dañado 70 mil de las 140 mil toneladas que se producen anualmente, indicó la Unión de Ejidos del Sur Poniente de la entidad.
Pérdidas de 210 millones de pesos registran productores de sorgo de Morelos debido a las afectaciones a sus cultivos por la plaga del pulgón amarillo que ya fue controlada, informó el presidente de la Unión de Ejidos del Sur Poniente de la entidad, Fermín Hernández.
De acuerdo con el líder campesino, dicha plaga ocasionó daños en un total de 70 mil de las 140 mil toneladas de sorgo que se producen al año en todo el estado, lo que implica la reducción de ingresos en 210 millones de pesos a los productores de la entidad.
Señaló que los trabajos para eliminar la plaga que atacó a la mayoría de las hectáreas de sorgo, dejaron una contaminación con químicos en las áreas afectadas en donde ganado, aves y porcinos se han alimentado de los residuos, lo que pone en riesgo a las familias morelenses por el consumo de la carne.
“La situación que atravesamos los productores de sorgo es complicada porque fuimos afectados con una plaga que nos costó 210 millones de pesos y hoy se corre el riesgo de una crisis mayor con la contaminación de animales que comen de los cultivos afectados que están llenos de químicos”, declaró. Por ello, la mañana de este martes, cerca de 500 campesinos protestaron en el Congreso de Morelos para pedir a los diputados y a las autoridades del Ejecutivo apoyos a los afectados.
“Ya nos afectó la plaga del pulgón pero ahora estamos a punto de sufrir otro problema, que los animales se contaminen y esa carne contaminada llegue a las familias ocasionando afectaciones de salud, hoy pedimos que se tomen cartas en el asunto y que a nosotros como afectados nos apoyen y no nos dejen en el olvido”, agregó. Fermín Hernández mencionó que los campesinos exigen incentivos fiscales, recursos para nuevos procesos de producción, así como descuentos en impuestos y el pago de servicios.
Fuente: El Financiero
