China se consolida como séptima potencia mundial en producción
España.─ China no sólo ha sorprendido al mundo este año por convertirse en el primer consumidor de vinos tintos del planeta —desbancando a la mismísima Francia—, sino que ahora se consolida como séptima potencia del globo en producción, por encima de países como Chile, Alemania, Sudáfrica o Portugal, y muy cerca de Australia.
La voracidad asiática no sólo se centra en las materias primas energéticas, minerales, agrícolas o ganaderas —de sobra es conocido el coloso crecimiento que experimentarán las granjas lácteas allí y el auge de la demanda de proteínas cárnicas—; también crece el “apetito” por los vinos, que no sólo importan: también producen.
En 2013, China alcanzó una producción de 12 millones de hectolitros a partir de una extensión de cultivo de viñedos que ronda las 570 mil hectáreas, tras un alza superior al 20 por ciento en el periodo 2008-2012, lo que muestra la evolución exponencial del sector.
También el perfil de sus consumidores cambia: huyen cada vez más del vino “peleón” para elegir referencias de calidad. Así, por ejemplo, el gigante asiático gasta ya más en vino espumoso que en granel, al ser el único vino que creció entre enero y septiembre de 2014, según informa el Observatorio español del Mercado del Vino (OeMV) y, además, “bastante” durante en este periodo.
En general, caen las importaciones de vino en China entre enero y septiembre de 2014, por los malos datos del envasado y sobre todo del vino a granel y en envases de más de dos litros, cuyas compras cayeron más del 30 por ciento en volumen y el 50 por ciento en valor en el periodo.
En este contexto, es un país que despierta creciente interés entre operadores internacionales, incluidas compañías bien conocidas en España como Félix Solís Avantis, Bodegas Torres o Pernod-Ricard (Domecq Bodegas), todas ellas con presencia activa en él.
Habrá que ver cómo evoluciona China en el futuro, más aún cuando las importaciones de vino se han visto afectadas en los últimos tiempos por la decisión de su gobierno de acotar los excesos y las celebraciones de sus clases dirigentes, lo que ha impactado en las expediciones desde España y desde otros proveedores mundiales.
Sobre el resto de países, el consumo mundial se consolida y parece que no habrá crecimientos este año; según la Organización Internacional de la Viña y el Vino, se moverá en una horquilla de entre 237.6 y 248.6 millones de hectolitros para 2014.
Si se hace una media, el consumo será de 243 millones de hectolitros, lo que debería garantizar sin tensiones la cobertura de los consumidores internacionales y satisfacer la demanda de vino para uso industrial (aguardiente de vino, vinagre y vermú).
Por su parte, la producción mundial de vinos, excluyendo zumos y mostos, alcanzaría 271 millones de hectolitros en 2014, un 6 por ciento más. Francia ocupará el primer puesto mundial (46.2 millones de hectolitros), por delante de Italia, que tendrá cosecha escasa (44.4), o España, que regresa a un nivel medio (37) tras un año récord en 2013.
Fuente: EFEAGRO
