Agroindustria

El cambio climático provoca gran producción de setas en España

El cambio climático ha provocado que se den este invierno grandes producciones de setas comestibles

setas-muchasMadrid.— El cambio climático, con una gran abundancia de lluvias en el norte y occidente peninsular, altas temperaturas y ausencia de heladas fuertes, ha provocado que se den este invierno grandes producciones de setas comestibles como el níscalo, el boletus o la trufa en gran parte de España.

“El calentamiento global achacable al cambio climático ha afectado positivamente a la producción invernal de setas silvestres”, aseguró el director de la cátedra de micología de la Universidad de Valladolid, Juan Andrés Oria de Rueda.

Según explicó Oria de Rueda, aunque hay muchas especies de setas comestibles propias de tiempo frío, como las trompetas de los muertos, angulas de monte, o gamuzas, que aparecen después de las heladas en diciembre, “lo cierto es que en este suave invierno han fructificado de forma extraordinaria en muchos bosques”.

De hecho, esta abundancia de lluvias y las altas temperaturas invernales “han propiciado una explosiva producción de setas comestibles y trufas en pleno invierno” en muchas zonas de España, especialmente de Castilla y León, Navarra, Castilla la Mancha, Extremadura y Galicia.

“No obstante hay zonas como Cataluña y Levante en donde la falta de lluvias no ha acompañado esta tendencia”, apuntó el experto.

Oria de Rueda explicó que aunque en los últimos diez años se ha observado un fuerte incremento de la producción micológica de los bosques, con importantes repercusiones económicas, este invierno las producciones son aún más altas.

Así, el marzuelo (Hygrophorus marzuolus), una especie de seta que abunda en los pinares, “está apareciendo de forma desmesurada, nunca vista hasta la fecha, adelantándose a fructificar masivamente en el mes de enero”, indicó.

Una situación que se ha repetido con otras muchas especies de setas, como el níscalo vinoso que ha fructificado en grandes cantidades en los pinares andaluces y extremeños.

Asimismo, se está cosechando, en enero, el Boletus edulis, “algo inusual en nuestros bosques, pues se trata de una especie que hasta ahora se consideraba exclusiva del final de verano y del otoño”, y se ha observado una elevada fructificación de setas de cardo.

También se ha notado este efecto con la apreciada trufa negra, la joya de los encinares y robledales calcáreos, que aunque fructifica en invierno, este año la producción ha aumentado muchísimo, debido a la escasez de heladas fuertes.

Fuente: EFEAGRO, imagen

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