MÉXICO.— La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en coordinación con los productores de 12 estados costeros del país, acordaron impulsar la producción de coco, así como la elaboración de subproductos que permitan obtener valores agregados para beneficio directo de las familias que se dedican al cultivo de esta fruta, cuyo valor de la producción es de mil 300 millones de pesos anuales.
Por vez primera, el gobierno federal junto con el Consejo Nacional del Coco (Conacoco) inició una fuerte campaña para impulsar el consumo de esta fruta, promover nuevos negocios, fomentar la industrialización y buscar otros mercados para la exportación.
En México, las principales zonas productoras de coco se localizan en los estados de Campeche, Colima, Chiapas, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa Tabasco, Veracruz y Yucatán.
La Sagarpa informa que existen más de cien subproductos que se obtienen del cultivo del cocotero, entre los que destacan el coco entero disecado al sol, aceite de coco deshidratado, fibra o borra, polvillo de la cáscara, carbón, harina y leche de coco. Se utiliza también para la elaboración de algunos químicos como metilesteres (combustible de origen vegetal), ácidos grasos, glicerina y como producto para el consumo fresco.
Asimismo, el cocotero es un importante componente de la dieta diaria, toda vez que aporta energía y vitaminas al organismo. El consumo per cápita de agua de coco en el país oscila entre medio y un litro; la meta es elevar el consumo a dos litros por persona.
Los derivados del coco tienen una demanda creciente en los mercados internacionales, especialmente en Estados Unidos y Canadá, así como en España y Alemania. En el mercado interno el producto de mayor demanda es la copra sin procesar, le siguen el coco deshidratado y el coco en fruta.
En México, la industria transformadora del coco está dirigida a la producción de jabón de tocador y lavadero, así como a la obtención de sustratos para la agricultura protegida donde su utilización está creciendo a un ritmo acelerado.
En el país trabajan dos plantas con tecnología de punta para la obtención de coco rallado para la industria repostera. Ya se trabaja para el establecimiento de plantas embotelladoras para obtener productos con una vida en anaquel de entre 60 y 90 días.
2000 Agro
