- Los productores obtienen menos ganancias y ya no pueden sembrar en el mismo espacio para el siguiente ciclo, provocando una disminución en su capacidad de producir
2000Agro/Redacción
La sequía que ha azotado al país en los últimos años ha provocado graves daños en los rendimientos de los diferentes cultivos. Uno de estos casos ocurre en el norte de Veracruz, donde los productores analizan cambiar hacia cultivos que requieran de menos agua, por el bajo índice de humedad que tienen disponible.
Señalan que la crisis hídrica comenzó hace por lo menos una década y se ha hecho más severa con el tiempo, por lo que han disminuido drásticamente las hectáreas que siembran por la falta de agua.
Si bien todavía hay cultivos que persisten, cada vez tienen menos rendimientos en cultivos como: jícama, sandía, piña y maíz, con el menor espacio disponible de siembra.
De acuerdo con las declaraciones del productor Rogaciano Ávila García al periódico El Sol de Tampico, un campesino cultivaba de 10 a 50 hectáreas de jícama. Con este volumen podía recuperar la inversión y obtenía ganancia, pero por la sequía, la producción es cada vez menos rentable.
Los productores están obteniendo menos ganancias y ya no pueden sembrar en el mismo espacio para el siguiente ciclo, provocando una disminución en su capacidad de producir. Ante esta circunstancia, los campesinos decidieron ya no sembrar para detener las pérdidas o bien porque ya no tenían capital suficiente para invertir, utilizando la misma superficie disponible.
Otra alternativa ha sido optar por cultivos que requieren menos agua para producir y están sustituyendo los productos que habían sembrado tradicionalmente y esta se ha convertido en su única fuente de sustento.
Sin embargo, la situación no es promisoria pues ahora los periodos de estiaje son cada vez más largos y, además, el volumen de las precipitaciones es cada vez más escaso.
En el municipio de Pueblo Viejo existen 19 ejidos donde trabajan 700 ejidatarios, en una superficie de aproximadamente 5000 hectáreas. En Tampico Alto hay 22 ejidos para 780 ejidatarios con 4900 hectáreas.
Todos ellos acostumbraban sembrar: caña de azúcar, maíz, frijol, jícama, sandía, coco, limón, naranja, camote, calabaza, cacahuate y chile, además de la ganadería.
Ahora, han optado por: garbanzo, frijol, sorgo, ajo, cártamo y girasol, entre otros.
Aunque otra alternativa más redituable sería implementar la acuicultura, para aprovechar estanques naturales, ollas de agua, presas o estanques artificiales, así como las jaulas en el río Pánuco.
En estos espacios, podrían producir tilapia, bagre, jaiba y ostión, especies con gran demanda, con inversiones menores que las de algún cultivo de vegetales.
Fotografía: agua.org.mx
