Biotecnología

Iniciarán pruebas experimentales de maíz transgénico en agosto

En agosto iniciarán las pruebas experimentales de siembra de maíz transgénico en Sonora, con el fin de aumentar la producción y la productividad en el campo mexicano.

No obstante, esto está supeditado a que en las próximas semanas se publique el reglamento a la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Mejorados, anticiparon Jesús Madrazo, presidente de Monsanto, empresa que se dedica a la biotecnología agrícola, y Francisco López, subsecretario de Agricultura.

Explicaron que tras entrar en vigor la ley, en marzo de 2005, se abre la posibilidad de que hacia 2010 se inicie la siembra y la comercialización de maíz genéticamente modificado, no sin antes se cumplan las tres fases que contempla el proceso que dicha ley establece: en la primera fase, la experimental científicos mexicanos desarrollarán siembras del cultivo mejorado por la biotecnología que se quiere evaluar; tras un año de pruebas positivas, se iniciaría la segunda etapa, la precomercial, la cual servirá para hacer una evaluación del cultivo a una escala bajo condiciones de manejo del agricultor, pero observando las medidas de bioseguridad que establecen las autoridades.

La duración de esta fase es de al menos un ciclo de cultivo, es decir un año.

Posteriormente, la fase tres arrancaría en caso de que los resultados de la fase comercial sean positivos y se comprobara que no hay riesgo de contaminación de los demás maíces autóctonos y ni daños a la salud.

En esta etapa ya se solicitaría autorización para liberar las siembras del cultivo transgénico.

“Este proceso llevará al menos tres años, en el mejor de los casos”, subrayó Carlos Salazar, secretario general de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), filial de la Confederación Nacional Campesina (CNC).

La CNC y Monsanto firmaron un convenio para proteger los maíces mexicanos.

El documento establece acercar nuevas tecnologías a los productores del sector social de maíz mexicano pero a la vez llevar diversas medidas para proteger los diferentes tipos del grano nacional, lo cual beneficiará a más de 90 por ciento de los micro, pequeños y medianos productores, quienes podrán acceder a semillas mejoradas de alta productividad.

Además, el convenio contempla crear un banco de germoplasma de maíz.

Cruz López, presidente de la CNC, dijo que los productores no pueden seguir ajenos a tecnologías que incrementen su productividad.

“Nuestra posición es que la biotecnología debe ser introducida en el respeto máximo a los maíces mexicanos”, comentó.

Los directivos de CNC y de CNPAMM explicaron que por primera vez una empresa como es Monsanto ayudará a productores nacionales a conservar y proteger la gran diversidad de maíces nativos con los que cuenta México, y a la par trabajan para elevar la productividad y rentabilidad de los pequeños y medianos campesinos con la adopción “pertinente” de estas tecnología de punta, que han demostrado sus beneficios y su seguridad en más de 20 países.

López destacó que es necesario aprovechar la fortaleza que tiene México, y a la vez proteger la gran biodiversidad que tiene, canalizarla y sacar provecho para distintos nichos de mercado en áreas especializadas.

A su vez, el presidente de la CNPAMM, Efraín García Bello, señaló que en la coyuntura de la crisis del maíz y ante una eventual apertura comercial en 2008, este convenio posibilita el acercamiento de la empresa líder en biotecnología para brindar a sus agremiados opciones de tecnología de punta que les permitan competir con mejoras en el rendimiento, en disminución de costos, y en el incremento de volumen de producción de maíz para contribuir con el abasto a la sociedad mexicana.

Fuente: El Porvenir

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