Biotecnología

Posible siembra de maíz transgénico en diciembre

Con la publicación de las secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente sobre los estudios de centros de origen del maíz y el aviso del “régimen de protección especial” de este cultivo, queda allanado el camino para que la siembra de materiales transgénicos en campos experimentales de México comience en diciembre próximo, posiblemente en Sinaloa y Tamaulipas.

Este escenario abre la puerta a la siembra de materiales transgénicos en territorio mexicano una vez que sean liberados, como material comercial, que es a lo que apuestan empresas como Monsanto, Pionner y Dow Agrociences. Y en esa etapa, “no puede haber confinamiento”, señala una publicación del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).

Bajo un lenguaje ambiguo, contradicciones discursivas entre funcionarios de las secretarías de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en torno al cultivo de maíz transgénico en etapa experimental, el regalo del presidente Vicente Fox a las empresas transnacionales podría ser la venia para sembrar maíz transgénico en campos agrícolas de México. Las propias empresas han mantenido encendidas sus “velas” para que hasta el último minuto del sexenio foxista se realicen los experimentos con sus materiales, lo cual está cercano.

El aviso sobre el régimen especial, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) hace unos días, señala que “las liberaciones experimentales de maíz modificado genéticamente, deberán contener medidas de bioseguridad que aseguren que no habrá liberación de polen de las plantas utilizadas en los experimentos”.

Precisa que los experimentos deberán realizarse “exclusivamente” en los campos experimentales del INIFAP Valle del Yaqui, Valle del Fuerte, Valle de Culiacán, Río Bravo y Sur de Tamaulipas, en los cuales “hasta la fecha no han sido detectados los parientes silvestres del maíz”, además de que no existen datos históricos que evidencien que en estos lugares se realizó algún proceso de domesticación de la especie y no pueden ser considerados centros de diversidad genética porque están ubicados en distritos de riego.

Tras la publicación en el DOF, el pasado 10 de noviembre, de las conclusiones de los estudios del INIFAP y de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) para determinar los centros de origen y centros de diversidad genética de maíz en México, Luis Herrera Estrella, director del Laboratorio Nacional de Genética y Biodiversidad (Langebio), aseguró que es probable que en diciembre se inicie el primer experimento de maíz transgénico en Sinaloa y Tamaulipas; aunque en Sonora no se haría en este ciclo agrícola.

Con base en esa publicación, los campos experimentales del INIFAP que serán autorizados para hacer pruebas de campo con maíz transgénico, porque ya son distritos de riego y no hay maíces criollos, están el norte Sinaloa, Sonora, Baja California y el norte de Tamaulipas, el resto del país queda descartado, asegura Herrera Estrella.

Para el especialista, quien hace un año encabezó el Proyecto Maestro de Maíz, impulsado por Monsanto, Pionner y Dow Agrociences, en esta fase experimental, “el riesgo es cero, porque nos pidieron que iniciáramos los cultivos desfasados, es decir que haya un aislamiento temporal. Vamos a sembrar un mes antes o uno después para que no florezcan las plantas al mismo tiempo que el resto; segundo, se va a hacer un aislamiento físico: vamos a poner una cerca de maíces no transgénicos alrededor de las parcelas para que atrapen el polen que pueda salir; tercero, se le va a cortar la flor masculina a todas las plantas transgénicas”. Y remarca: “sin polen, con una barrera física y una barrera temporal el riesgo es cero”.

—¿Pero no prosperarían esos experimentos?

—No, porque se van a polinizar con las mismas plantas no transgénicas que van a estar ahí mismo en las parcelas. Por supuesto, el experimento ideal hubiera sido que se autopolinizaran, pero no se nos permitió esto, a pesar de que estaban aisladas temporalmente y físicamente.

Las variedades que se utilizarán ya están probadas en México para consumo humano, para evitar un riesgo en “caso extremo” que pudiera haber un escape, por lo tanto no debería causar ningún problema, subraya Herrera Estrella.

El investigador anota que los productores de Sinaloa, Sonora, Baja California y Tamaulipas están “urgidos” de variedades transgénicas. En el caso de organizaciones como la Confederación Nacional Campesina dice que hay una mezcla, porque tienen productores orgánicos y la definición de éstos invalida el uso de transgénicos.

El director del Langebio resalta que “los transgénicos son una salida importante, pero no es la única ni la más importante. Asusta mucho a México, hay que tomarlo en cuenta, pero tampoco nos podemos cerrar porque tarde o temprano los transgénicos van a llegar a este país”.

Fuente: Teorema

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