- Para su aplicación se deben de realizar estudios previos de efectividad biológica
2000Agro/Redacción
Los bioinsumos responden a una problemática que se tiene en el suelo y en el ambiente, ya que más del 70 por ciento de los suelos agrícolas han sido manejados de manera intensiva durante las últimas décadas, lo que ha ocasionado un deterioro en sus propiedades físicas y químicas, indicó la Dra. Blanca Estela Santiago Mejía, investigadora del Centro de Investigación Regional Noreste (CIRNE) perteneciente al Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), durante la introducción del Programa Diálogo “Bioinsumos, Transición Agroecológica”.
Por su parte, durante su intervención el Dr. Oscar Arath Grageda Cabrera, investigador del Centro de Investigación Regional Centro (CIRCE), especialista en la producción y aplicación de bioinsumos, destacó que para que estos tengan la efectividad deseable en los cultivos y en el suelo, deben existir estudios preliminares de efectividad biológica.
Estos estudios los deben realizar las empresas que comercializan estos bioinsumos, ya que en ocasiones engañan y los productores no obtienen los resultados esperados o en casos extremos, pierden las cosechas. “Deben de tener asesoría para aplicar fertilizantes y bioinsumos, o de lo contario el suelo va a seguir perdiendo su fertilidad.
“También se comercializan compostas, bokashis y en su composición deben de tener al menos 1.8 por ciento de nitrógeno para que sirva como fertilizante. Hay que tener conocimiento de la composición de los productos y de lo que significa, para poder ser más efectivos.”
El investigador señaló que, no obstante que se apliquen grandes cantidades de fertilizantes, las plantas no asimilan todo, en términos mundiales estamos hablando de una eficiencia aproximadamente de 33 por ciento y el fertilizante que no asimila la planta representa un alto grado de contaminación.
“Dentro de los aspectos principales estoy estudiando las fuentes de nitrógeno, por ejemplo, a nivel mundial el fertilizante más utilizado es la urea, y simplemente cambiando la urea por sulfato de amonio, se han incrementado los rendimientos prácticamente en todos los cultivos. También hemos trabajado en las formas de aplicación, tiempos de aplicación y también uso de los fertilizantes los cuales hacen más eficiente la asimilación de los fertilizantes sintéticos.”
El Dr. Grageda dijo también que se ha observado que con la aplicación de micorrizas se llega a incrementar en un 15 o 20 por ciento la eficiencia en la asimilación, por lo tanto, se pueden reducir los costos de producción al aumentar este tipo de productos y disminuir las dosis de aplicación. Otro aspecto que también ha estudiado es aplicación biológica de nitrógeno.
Indicó que hay diferentes tipos de leguminosas, sin embargo, en la forma de cultivar tradicionalmente, la principal forma que hay, es realizar rotaciones cereal-cereal, ya sea maíz o sorgo en el ciclo primavera-verano y trigo-cebada en el ciclo otoño-invierno. Subrayó que, no obstante que hay varios tipos de leguminosas que se pueden aplicar, los productores no las utilizan en la rotación. Sin embargo, al alternar estos cultivos, quedan residuos que enriquecen el suelo y de esta forma, se puede mejorar el rendimiento de los siguientes cultivos.
“Otro aspecto que he trabajado son las micorrizas. Tenemos aquí en el INIFAP, una colección nacional de micorrizas que se han aislado desde Baja California a Yucatán, hemos estudiado la efectividad biológica, nutrimentos y últimamente la captura de carbono y nitrógeno.
“Las micorrizas producen cierto tipo de sustancias en este caso llamadas blumalinas, que pueden capturar carbono y nitrógeno y dejarlo en suelo de una forma recalcitrante hasta por más de 40 años. También he participado en la producción de micorrizas desde el año 2007 en el Campo el Bajío, produciendo las micorrizas que comercializa el INIFAP.”
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Fotografía: INIFAP
