- Las ventas de tractores cayeron hasta 17 613 unidades. Especialmente las gamas de potencia media están perdiendo terreno
2000Agro/Redacción
La desfavorable situación económica, combinada con el retraso en los incentivos públicos a la compra de maquinaria agrícola de última generación, frenará el crecimiento del mercado de tractores en Italia 2023 tras los elevados volúmenes de ventas del bienio 2021/2022.
Los datos de matriculación —procesados por FederUnacoma a partir de las matriculaciones facilitadas por el Ministerio de Infraestructuras y Transportes— muestran un descenso del 12.9 por ciento en el caso de los tractores, con 17 613 vehículos matriculados (eran 20 211 en 2022). La caída afectó principalmente a los modelos de potencia media, de 57 a 130 kW (-23 %), mientras que los modelos de baja potencia de 20 a 56 kW (-5 %) y gamas superiores a 130 kW (-14 %) registraron menores contracciones.
En cambio, en la categoría 0-19 kW las matriculaciones aumentaron un 63 por ciento. La tendencia creciente se debe también a una reciente modificación del Código de circulación que, según explica la asociación de fabricantes, ha permitido a los operadores no profesionales registrar maquinaria agrícola.
En cuanto al resto de maquinaria, la contracción de las ventas también caracterizó a los remolques, que cayeron un 8.1 por ciento hasta las 7718 unidades matriculadas frente a las 8398 de 2023, y a los manipuladores telescópicos, que, sin embargo, no se desviaron de los volúmenes del año anterior (-3.4 %) en 1141 unidades (40 menos que en 2023). En comparación con el desempeño del sector en su conjunto, tanto las cosechadoras como los tractores de plataforma se opusieron a la tendencia. El primero registró un incremento en sus ventas del 10.2 por ciento, con un total de 390 unidades frente a las 354 de 2022; estos últimos, en cambio, aumentaron un 15.9 por ciento, pasando de 529 a 613 vehículos vendidos.
En 2023, la tendencia del mercado se vio afectada sobre todo por variables cíclicas, como la inflación y la subida de los tipos de interés, y por un aumento de las tensiones geopolíticas (véase el nuevo conflicto militar en Oriente Medio), así como, como se ha comentado anteriormente, por la incertidumbre por el retraso de los fondos públicos para la compra de maquinaria innovadora. Por otro lado, la caída de las ventas no está asociada a una desaceleración de la demanda, que se mantuvo dinámica incluso en un año particularmente inestable.
Los datos sobre las matriculaciones de tractores nuevos (17 613) y máquinas de segunda mano (57 782, equivalente a un +8.1 respecto a 2022) muestran que el sector agromecánico italiano expresa una demanda de aproximadamente 70 400 vehículos (en línea con 2022, pero muy por encima de la años prepandemia), y que este se satisface principalmente con la compra de vehículos de segunda mano, obsoletos y que no son capaces de cubrir las necesidades productivas de una agricultura moderna y sostenible.
Los programas de incentivos juegan, por tanto, un papel fundamental en la renovación de la flota, especialmente en un escenario como el actual, caracterizado por una gran incertidumbre. “En los próximos meses, un posible empeoramiento de la situación económica y del marco geopolítico, unido a un nuevo aumento de los precios —concluye FederUnacoma— podría ralentizar aún más las ventas, mientras que la plena aplicación de las nuevas herramientas de facilitación y la flexibilización de la crisis crediticia podrían dar un impulso al mercado.”
Fotografía: Feder Unacoma
