Pecuario y Pesquero

Innovación alimentaria, vía para fortalecer la camaronicultura en México

  • La industria, además de apostar por la innovación alimentaria, tiene que incentivar el consumo local para fortalecer el mercado interno

Karim Castro*

En los últimos años, la “camaronicultura” o cría de camarones en México ha mostrado un desempeño interesante en términos de productividad, sobre todo en estados como Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Nayarit y Baja California Sur, los cuales en 2020 llegaron a concentrar casi 93 por ciento de la producción total del país, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca).

Sin embargo, pese a que se ha adquirido protagonismo en el tema de exportaciones, aún hay que competir con países referentes como India, Indonesia y Ecuador. Ante esto, ¿cómo podemos diferenciar nuestro camarón ante aquellos que lideran al mercado? Sin duda la respuesta está en la innovación alimentaria.

Un elemento angular para un cultivo de camarón exitoso en volumen y calidad es la salud. Esta especie en alguna de sus etapas de desarrollo (principalmente en las primeras) puede adquirir un patógeno que incide tanto en su crecimiento como en su supervivencia durante los procesos de cosecha, afectando así en los niveles de rentabilidad.

Como líder en nutrición animal, Archer Daniels Midland (ADM) ha impulsado soluciones para el combate de patógenos. Ejemplo de ello es el aditivito AquaTrax, el cual aprovecha la levadura P. guilliermondii que ayuda a mejorar el crecimiento de esta especie hasta en un 10 por ciento en condiciones de campo típicas, enfrentar mejor los desafíos fisiológicos y de salud.

Por otro lado, esta especie es muy sensible a externalidades como la temperatura del agua, la cual debe oscilar entre los 24 °C y los 31 °C en los estanques. En este sentido, la industria debe apostar por soluciones en alimentación personalizadas que además de ajustarse a sus etapas fisiológicas, ayuden a los camarones a adaptarse a diferentes climas.

Por último, la industria además de apostar por la innovación alimentaria tiene que incentivar el consumo local para fortalecer el mercado interno. Desgraciadamente México aún está por debajo de la media a escala mundial en su consumo per cápita anual con 12.8 kilogramos, según estimaciones de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca).

Sin duda, la industria en general y sobre todo las comercializadoras, deberían aprovechar más las ventajas comparativas que tiene esta especie frente a otras opciones para fomentar su consumo en México. De hecho, este debería ser un alimento imprescindible en las dietas mexicanas, ya que es rico en hierro, fósforo, zinc, magnesio y vitamina B12.

En conclusión, podemos ver que la industria camaronera en México está dando pasos firmes en el ámbito internacional, sin embargo, no debemos olvidarnos de la parte local. El mantener un alto consumo y producción de manera interna, además de fortalecer la economía, sin duda traerá muchos beneficios como el combatir enfermedades nutricionales que aún persisten en nuestro país.

* Presidente de Nutrición Animal en Latinoamérica

Fotografía: Conapesca

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