Sagarpa comenzó a monitorear de manera permanente la exportación ilícita de pepino de mar cuya meta está en Asia
Mérida, Yuc. (México).— A partir de enero de este año, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) comenzó a monitorear de manera permanente el comercio de pepino de mar que se ejerce en China, esto por ser el país que consume en mayor proporción esta especie, incluso de manera ilegal.
Mario Aguilar Sánchez, comisionado Nacional de Acuacultura y Pesca, indicó que intercambian información con el ministro de Agricultura de la República Popular China, Han Changfu, con la finalidad de identificar el comercio ilegal y tener reportes precisos, y esta información se envía a la delegación en Yucatán; sin embargo, en lo que va del año no se ha tenido datos sobre comercio “negro”.
A pesar de que la pesca de pepino marino es de las más nuevas en el estado, comparadas con la del pulpo maya, langosta, huachinango y mero, es la que representa mayor consumo en otros países, principalmente aquellos de Asia, en donde China sobresale por el comercio ilegal.
La principal amenaza que enfrenta esta especie es la falta de respeto de las cuotas permitidas de captura, además de violaciones de vedas.
Aguilar Sánchez expuso que desde septiembre del año pasado tuvieron acercamiento con el gobierno de China, y firmaron un convenio para establecer medidas que contribuyan al comercio legal del pepino de mar mexicano.
En este convenio se estableció el intercambio de documentación respecto a ventas, temas arancelarios y de investigación.
Actualmente hay 10 trabajos de investigación enfocados a la evaluación de pepino de mar, sobre todo en las líneas de exploración sobre su biomasa, dinámica social y aspectos pesqueros.
Una de las más antiguas es la que se lleva a cabo en el Centro Regional de Investigaciones Pesqueras de Yucalpetén (Cripy) del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), ya que desde 2011 estudian el número de población y precisamente desde este año se establecieron periodos de veda y la cuota de captura que no tiene que superar el 10 por ciento de la biomasa total disponible.
