Prevén reanudar negociación este mes; proteccionismo de Trump podría retrasarlo; nuevo gobierno debe mantener al país atractivo al comercio
El sector privado destacó la importancia de que continúe el actual equipo negociador del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora acompañado del equipo de transición del próximo gobierno, en un contexto donde se podría reportar de nuevo incertidumbre, como consecuencia del retraso generado en el proceso por los periodos electorales en México y Estados Unidos.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) reconoció que es posible una resolución de la renegociación del TLCAN hasta 2019, por el tema electoral en ambos países.
Según refirió, se espera que los trabajos de cabildeo entre los equipos negociadores de las tres naciones se reanuden hacia finales de julio, con la expectativa de llegar a un acuerdo final durante el tercer trimestre del año.
Sin embargo, apuntó que este periodo podría alargarse debido a la posición del gobierno estadounidense, de lograr el máximo beneficio de manera unilateral. En su reporte semanal, el organismo dirigido por Luis Foncerrada Pascal señaló en este contexto que también se tiene intranquilidad ante una mayor agudeza de las medidas proteccionistas iniciadas por gobierno del país vecino del norte y por el riesgo de que la economía mexicana enfrente problemas ante políticas económicas que limiten un buen desempeño de la actividad productiva.
De acuerdo con el CEESP, la postergación de un acuerdo hasta 2019 puede abrir la posibilidad de un nuevo periodo de incertidumbre, ocasionando que algunas empresas retrasen sus planes de inversión en el país o que los hogares se mantengan cautelosos en materia de consumo. Evidentemente, esta preocupación podría agudizarse en función de que el tiempo que se requiera para concretar la renegociación sea mayor.
Aun así, persiste el nerviosismo de que la renegociación del TLCAN no sea favorable para nuestro país o que, incluso, desaparezca el acuerdo; además de la intranquilidad generada por una mayor agudeza de las medidas proteccionistas iniciadas por Estados Unidos, así como el riesgo de que nuestra economía enfrente problemas de competitividad ante políticas económicas que limiten un buen desempeño de la actividad productiva.
Para el sector privado, un peor escenario podría reflejarse en el tipo de cambio, que también tendría incidencia sobre la inflación de tal manera que, si ya se prevé que tardará más de lo previsto en lograr el objetivo del Banco de México, es probable que se observen nuevos repuntes en la evolución de los precios al consumidor, afectando directamente el poder adquisitivo de los hogares.
Los empresarios del país creen que el equipo negociador de México debe hacer el mayor esfuerzo para lograr mejores condiciones, pues considera que el sector externo lo complementa de tal manera que es la combinación ideal para que el país se mantenga como un atractivo socio comercial y un destino clave para la inversión.
