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Contra la erosión, especialistas del INIFAP desarrollan presas filtrantes vegetativas

Estas pequeñas presas contribuyen a mantener la fertilidad de la tierra y ampliar las áreas de cultivo

Redacción 2000 Agro

Foto: José Luis Arellano M.

México.─ Con el establecimiento de presas filtrantes vegetativas, investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) buscan contrarrestar la pérdida de suelos fértiles a causa de la erosión en cárcavas, resultado de precipitaciones pluviales en zonas altas del país.

Las presas vegetativas —menos costosas y más eficientes que las presas filtrantes de piedra y de gaviones o los geocostales— se construyen plantando estacas de ramas gruesas vivas o recién cortadas de arbustos de la región, entretejidas en forma de barrera y que se instalan en sentido transversal de la pendiente para controlar la dirección del flujo superficial de la cárcava, explican los especialistas del Campo Experimental Rosario Izapa del INIFAP en Chiapas, Aída Olivera de los Santos y Manuel Grajales Solís.

De acuerdo con los investigadores, al emplear ramas o tallos que al sembrarse retoñan, se retiene parte del sedimento y material de biomasa; además, al quitar velocidad al agua, se controla la erosión del suelo, evitando daños a la infraestructura rural y cultivos aledaños.

Asimismo, estas pequeñas presas contribuyen a mantener la fertilidad de la tierra y ampliar las áreas de cultivo, ya que el suelo acumulado en las cárcavas puede ser aprovechado por los productores para sembrar hortalizas, mientras que la biomasa acumulada es útil para forraje, leña y materia orgánica, detallan los especialistas en su estudio Presas Filtrantes Vegetativas: práctica eficiente para la rehabilitación de suelos de laderas.

Debido a una mala planeación del uso del agua, zonas como las partes medias y altas de las cuencas del Soconusco, en Chiapas, presentan suelos degradados ya que la geografía en pendiente de la Sierra Madre Occidental del estado, combinada con una cantidad de agua de lluvia superior a los tres mil milímetros al año, provocan efectos erosivos que forman cárcavas.

Al no existir prácticas de conservación, las cárcavas —producto del escurrimiento del suelo— provocan pérdidas de la capa protectora de la tierra y poca retención de agua, que a su vez causa disminución del espesor del suelo, de materia orgánica, y fertilidad, así como la pérdida de la cubierta vegetal y biomasa.

2000 Agro

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