La calidad, el color, la forma y sabor del fruto son atributos que el consumidor siempre valora al momento de hacer una compra. Por ello, un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) se dio a la tarea de estudiar 25 híbridos comerciales de hábito indeterminado en invernadero, tomando en cuenta características que la determinan tanto externa como internamente.
El jitomate (Lycopersicon esculentum Mill.) es uno de los principales productos de exportación, sin embargo, de acuerdo con las exigencias del mercado, debe cumplir con ciertas normas de calidad tanto extrínsecas como intrínsecas.
El consumidor, por lo general, selecciona los frutos por sus atributos externos, sin embargo, al momento de ser consumido debe satisfacer otras exigencias como son sabor y olor.
Estas características a su vez están determinadas por la combinación de propiedades intrínsecas, tales como la cantidad de sólidos solubles totales, acidez titulable, pH y contenido de vitamina C, para los cuales se han establecido parámetros de calidad para el mercado internacional y la industria.
De ahí la importancia de generar el conocimiento acerca de aquellas variedades que cumplen satisfactoriamente las características demandadas por diversos sectores.
El Departamento de Fitotecnia de la UACh realizó una investigación con el objetivo de evaluar la calidad de fruto de 25 híbridos comerciales de hábito indeterminado en invernadero, tomando en cuenta características que determinan tanto la calidad externa como la interna.
Los frutos analizados fueron cosechados del invernadero del programa de mejoramiento genético de jitomate del campo experimental de fitotecnia. El análisis se realizó en el Laboratorio de Fruticultura del Departamento de Fitotecnia, donde se evaluaron peso, longitud, diámetro, color y firmeza del fruto, además de sólidos solubles totales, pH, cantidad de vitamina C y acidez titulable, los datos obtenidos fueron analizados con un programa estadístico.
Los de mayor rendimiento
De acuerdo con las conclusiones de los investigadores de la UACh, los genotipos Charleston, 136703, E30963, Caimán, PS151Q52 y 136113 Brillante podrían utilizarse en aquellos casos en los que el productor agrícola busque obtener mejores rendimientos, en virtud de que el peso de fruto de éstos fue mayor al de los demás genotipos.
Otro de los hallazgos del estudio es que el 135907 presentó mejores características en relación con las variables externas del fruto, como son peso, diámetro y longitud.
En general, el genotipo Harzglut F1 presenta el menor tamaño que el resto de los genotipos, por lo que no se recomienda si el objetivo del productor es la producción de frutos grandes.
En lo que a color se refiere, el genotipo Charleston fue el único que presentó valores diferentes, siendo el mejor para la variable croma (intensidad de color) presentando más uniformidad en el color, pero fue el peor en intensidad. Lo anterior podría implicar que este genotipo será menos asediado por las plagas, lo cual facilitaría su manejo como cultivo, pero queda por analizar aún su aceptación en el mercado.
Los genotipos W26-26, Hellfrucht, TO 1063 F1 y Reconquista, concluyen los estudiosos, son aptos para la industrialización ya que presentan valores superiores al 4.0 por ciento de Brix, lo que permite ampliar las opciones de comercialización para el productor.
Por otro lado, los genotipos 3410, 136652, Money Maker, PS 151052 y 136113 Brillante y Reserva mostraron valores que se encuentran entre el rango óptimo de ácido cítrico, lo cual permitirá su utilización en el ámbito de la gastronomía mexicana.
* M. Y. Hernández-Hernández; J. R. León-Rivera; H. López-Pablo; T. Núñez-Ríos; M. Reyes-Yurame; L. M. Rodríguez-Martínez
Departamento de Fitotecnia. Universidad Autónoma Chapingo.
