De origen ilícito, 45% del producto, advierten
MÉXICO.— Antes de plantear un incremento al precio de los cigarros se deben emprender acciones para frenar el contrabando de este producto al país, el cual asciende a 45 por ciento del total que se consume, aseguró Hilaria Domínguez Arvizu, líder de la organización de campesinos tabacaleros.
En entrevista con Milenio, la también secretaria de la Confederación Nacional Campesina (CNC) aseguró que la desaparición de la siembra de tabaco en el país es latente, pues hace una década se cultivaban 120 mil hectáreas, y actualmente sólo se cultivan 12 mil, además de que el empleo en este sector disminuyó de 2.5 millones de plazas a sólo 200 mil.
“Los productores de tabaco hemos ido cayendo en la total descapitalización por las campañas que se han emprendido contra el tabaquismo”, señaló.
A pesar de que reconoció que México firmó un acuerdo internacional en el que se compromete a dejar de sembrar tabaco, consideró que la medida fue unilateral y no se consultó con los campesinos.
Ante este panorama, aseguró que el gobierno federal debe frenar el contrabando del producto, pues además de que no cuenta con las inspecciones sanitarias y se desconoce lo que contiene, afecta la producción nacional.
“El aumento del precio propició que se incrementara la entrada de cigarros de contrabando, ahora el 45 por ciento del producto entra al país de manera ilegal, lo que tiene como consecuencia una importante evasión fiscal, además de daños mayores en la salud al no conocerse los productos que se usaron para su elaboración”, explicó Domínguez.
En este sentido, aseguró que elevar el precio de este producto no es una solución, pues mientras incrementan los precios y no generan estrategias para evitar su consumo, tampoco se brinda ayuda a los campesinos del ramo que han perdido su fuente de trabajo.
Finalmente, denunció que hasta el momento no se han rendido cuentas ni se ha transparentado el destino de los recursos derivados de los dos pesos en que se aumentaron los precios de los cigarros, los cuales estaban destinados a combatir la adicción a la nicotina y a prevenir el consumo.
“No se ha dado transparencia a los dos pesos que se le asignaron a la Secretaría de Salud para formar un fideicomiso para acciones de prevención y tratamiento de las enfermedades derivadas de su consumo”, concluyó.
Fuente: Milenio online
