Agroindustria

Desarrollan trigo especial para la industria

El cultivar un trigo con características específicas para las industrias panificadora y galletera ha sido uno de los problemas que han enfrentado los productores nacionales.

La nueva variedad Bárcenas 2002 desarrollada por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) cubre esta demanda, ya que es excelente para la elaboración de galleta pues es un grano blanco.

Otra ventaja es su adaptación bastante aceptable para la producción en surcos, con lo que se logra ahorrar agua en un 25 por ciento, algo esencial en la región del Bajío, donde la escasez del vital líquido es significativa, sobre todo en estados como Guanajuato, donde los pozos están sobreexplotados.

La variedad es resistente a enfermedades como la roya, con lo cual se evita la aplicación de funguicidas, que se traduce en ahorro para los productores agrícolas. También es tolerante al acame.

El trigo Bárcenas 2002 rinde más que las variedades Salamanca y Cortázar al alcanzar 7.5 toneladas por hectárea contra un promedio de 5.5 toneladas por hectárea en Guanajuato.

Además, es un material de porte un poco alto, que con exceso de agua y abuso en la aplicación de fertilizantes que se hace por algunos productores se llega a caer, y obviamente también con los vientos que se presentan en febrero y marzo en la región del Bajío.

Técnicos del INIFAP recalcan que es una muy buena opción para producir trigo con buenas características para la industria, ya que su gluten es suave, puede servir en para panificación, pero especial para la producción de galleta. La variedad se comenzó a liberar en noviembre pasado y la primera cosecha básica está disponible.

En los últimos años, la superficie cultivada con trigo en Guanajuato ha bajado considerablemente, debido a los requerimientos de agua de este cultivo. En algunos casos se ha cambiado a la cebada porque requiere menos riego.

En la entidad guanajuatense se han sembrado hasta 120 mil hectáreas de trigo; sin embargo, el año pasado se sembraron entre 40 y 50 mil hectáreas por falta de agua. Ahora con las presas llenas y el buen temporal de septiembre pasado, se espera obtener buenos rendimientos. Eso coadyuvará a que la superficie de trigo se incremente.

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