Agroindustria

Daños y control de pulgones

Los pulgones son insectos chupadores provistos de un largo pico articulado que clavan en el vegetal y con él absorben los jugos de la planta, la cual resulta dañada.

Estos diminutos insectos pueden transmitir hasta 117 tipos de virus fitopatógenos y son sumamente eficaces en la transmisión de virosis, normalmente realizada por las formas aladas. En los cultivos hortícolas destaca la transmisión de diversos virus.

Los áfidos o pulgones pueden ocasionar distintos daños. Los directos se presentan cuando se alimentan sobre el floema de la planta (existen muy pocas especies que se alimentan del xilema). Las ninfas y los adultos extraen nutrientes de la planta y alteran el balance de las hormonas del crecimiento. Esto origina un debilitamiento y se detiene el desarrollo y provoca que las hojas se enrollen. Si el ataque es muy severo la planta puede secarse. La detención del desarrollo o la pérdida de hojas se traducen en una reducción de la producción final.

Los daños indirectos se generan como consecuencia de la alimentación y una reducción de la fotosíntesis. La savia es pobre en proteínas y rica en azúcares, por lo que los áfidos deben tomar gran cantidad para conseguir suficientes nutrientes.

Los pulgones excretan el exceso de azúcar como melaza que se deposita en el envés de las hojas y cae al haz de la hoja de abajo. Esto favorece el desarrollo de mohos de hollín, tizne o negrilla (Cladosporium spp.), que da lugar a una reducción de la actividad fotosintética de la planta y al descenso de la producción. Cuando este hongo mancha los frutos, deprecia su valor comercial.

Son insectos muy polífagos, destacándose por interés económico los siguientes cultivos o grupos de ellos: melocotonero, tabaco, remolacha, frutales, hortalizas y ornamentales.

Los pulgones monófagos o específicos viven en una sola especie de plantas; los olífagos habitan en unas pocas especies de plantas estrechamente relacionadas y los polífagos o emigrantes se posan en muchas plantas que pertenecen a familias diferentes.

Ciclos de vida de los pulgones

Los áfidos presentan un ciclo de vida complicado debido a las diversas fases por las que pasan y a las formas que adoptan, tan diferentes entre sí que en algunos pulgones inducen a considerarlos como especies distintas.

Según la planta hospedante, pueden distinguirse distintos tipos de pulgones: Monoecias: especies que sólo viven sobre una planta hospedante, y Heteroecias: alternan las plantas hospedantes (pasan el invierno en un tipo de planta y en primavera cambian a plantas herbáceas, generalmente cultivadas).

Según la forma de reproducción pueden ser pulgones vivíparos, que dan nacimiento a crías vivas, u ovíparos, que ponen huevos. Aquellos pulgones que pasan el invierno como huevos producidos por hembras sexuales, son referidos como que tienen un ciclo de vida holocíclico.

Especies más destacadas

Myzus persicae. Conocido como el pulgón verde del melocotonero y la patata, tiene un tamaño de 1.2 a 2.3 mm y es de color verde amarillento, con sifones verdes, largos y dilatados. Se caracteriza por la forma en W de los tubérculos frontales. Suelen aparecer hembras aisladas con muy pocos descendientes que tienden a dispersarse.

Es un insecto muy polífago que produce importantes daños directos e indirectos sobre los cultivos, destacando tomate, pepino, patata, tabaco y otros cultivos. Quizá sea el pulgón más importante ya que tiene un rango muy amplio de especies hospederas secundarias incluyendo algunos cultivos.

Es una especie cosmopolita en climas templados y aparece en América del Norte y Europa. Es capaz de transmitir más de 100 virosis, aunque rara vez se presenta en grandes cantidades para causar daño directo debido a su actividad alimenticia.

Durante su ciclo se producen cambios de hospedadores, debido a que necesitan para completar su ciclo dos hospedadores (dioico). Tienen al melocotonero y algunas especies del género Prunus como hospedadores primarios, y a un gran número de plantas herbáceas como hospedadores secundarios.

El invierno lo pasa en estado de huevo, realizándose las puestas en las yemas del melocotonero. A partir de febrero se produce la eclosión de los huevos y aparecen las hembras fundadoras.

En los brotes del melocotonero pasan entre dos y tres generaciones. En la última de estas generaciones todos los insectos son alados, y emigran a otros cultivos, y para junio ya no quedan pulgones en el hospedador primario.

Durante el verano pasan varias generaciones en los hospedadores secundarios, y en septiembre realizan el vuelo de retorno hembras y machos alados, realizándose las puestas en brotes tiernos y axilas de yemas.

En hortalizas se presentan especialmente en solanáceas, en invernadero hacen todo el ciclo sobre éstas y alternan con plantas adventicias.

Aphis gossypii. Es la especie más habitual en el algodón y en otros cultivos de la misma familia (Malvaceae), y dentro de las Cucurbitaceae, pepino y especies próximas. Es conocido como el pulgón del algodón y el pulgón del melón.

Son individuos de pequeño tamaño, 0.9-1.8 mm. Su coloración es muy variable, entre el amarillo, verde oscuro e incluso negro mate; a menudo se presenta en la misma colonia, una amplia gama que no presenta esclerificación dorsal. Los cornículos son de color oscuro, con una cauda algo más clara que éstos. Tienen las antenas relativamente cortas y los ojos rojos.

Aphis fabae. Conocido como el pulgón negro de la judía, es un insecto muy polífago que ocasiona importantes daños directos e indirectos en gran número de cultivos, entre los que destacan además de la judía, la espinaca y la remolacha.

Los adultos son de color negro mate o verde oliva, miden 1.5 a 3 mm y tienen las antenas cortas. Los inmaduros son verdes al principio y van oscureciendo.

Son dioicos, y tienen como hospedadores primarios especies de los géneros Evonymus, Viburnum y Philadelphus, y sus colonias pueden permanecer sobre el hospedador primario durante todo el año.

Procedente del huevo de invierno, aparecen una o dos generaciones fundadoras en el hospedador primario. La emigración de los insectos alados se produce con unas condiciones óptimas de 26 grados centígrados y 60 por ciento de humedad relativa. En otoño vuelven al hospedador primario, apareciendo los adultos sexuados y poniendo el huevo de invierno.

Otras especies son Macrosiphum euphorbiae (pulgón del tomate), generalmente afecta a solanáceas y Aphis craccivora (pulgón del frijol de vaca).

Métodos preventivos y técnicas culturales

Los técnicos recomiendan realizar tratamientos precoces, antes que la población alcance niveles altos; la colocación de mallas en las bandas de los invernaderos; eliminación de malas hierbas y restos de cultivos del interior y proximidades del invernadero; colocar trampas cromotrópicas amarillas. Las trampas engomadas amarillas y las bandejas amarillas con agua son atrayentes de las formas aladas, lo que ayuda en la detección de las primeras infestaciones de la plaga.

Entre los enemigos naturales de pulgones existen varias especies. El control biológico de pulgones ejercido por parasitoides es realizado por especies del género Aphidius.

En general, dentro de los depredadores de pulgones, destacan larvas y adultos de neurópteros (Chrysoperla carnae y Chrysopa formosa), coleópteros coccinélidos (Coccinella septempuntata), larvas de dípteros y varios himennópteros. Dentro de los entomopatógenos destaca el hongo patógeno Verticillium lecanii.

En M. persicae y en invernadero, se ha conseguido control biológico con los parasitoides: Aphidius matricariae, Ephedrus cerasícola; como depredadores: Aphidoletes aphidimyza; y como hongos: Verticilium lecanii.

En A. fabae hay un parasitoide que ataca los pulgones, que es el Lysiphebus testaceipes y algunos depredadores sírfidos, cecidómidos y coccinélidos.

Control químico

Los cultivos más afectados por virosis (calabacín, pepino, melón, tomate y pimiento) deben tratarse una vez detectada la presencia del vector. Se recomienda realizar los tratamientos de forma que alcance bien el envés de las hojas.

Cuando por la intensidad del daño no se pueda alcanzar la plaga en los tratamientos, se recomienda la utilización de productos con acción sistémica.

La elección de la materia activa que deberá utilizarse dependerá de la especie de áfido plaga a controlar, ya que existen diferentes resistencias a los aficidas.

Como materias activas pueden utilizarse: acefato, etiofencarb, fosfamidón, imidacloprid, metamidofos, pirimicarb, malatión metomilo e insecticidas pertenecientes al grupo de los piretroides.

Myzus persicae es una de las especies que más ha desarrollado resistencias a los plaguicidas, aconsejándose su utilización a partir de los meses invernales. El umbral de tratamiento se estima entres 3 y 10 por ciento de los brotes atacados.

Pulgones

Los áfidos o pulgones constituyen un grupo muy extenso de insectos. Pertenecen al orden Hemíptera, suborden Homóptera (cicadelas, pulgones, moscas blancas y cochinillas) y forman la superfamilia Aphidoidea.

Están distribuidos principalmente por las zonas templadas, habiéndose detectado cerca de 3,500 especies, de las cuales 500 son plagas de los cultivos. Entre ellas hay algunas que sólo afectan a un solo cultivo (monófagas), y otras que lo hacen a gran número de ellos (polífagas).

Generalmente son insectos de cuerpo blando pequeño, aspecto globoso y con un tamaño medio entre uno 1-10 mm. Hay pulgones ápteros (sin alas) y alados. Los primeros tienen el tórax y abdomen unidos, y los segundos perfectamente separados. El color puede variar del blanco al negro, pasando por amarillo, verde y pardo.

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