La población del campo disminuyó en un 12 por ciento durante el gobierno de Vicente Fox reconoció la Confederación Nacional Campesina (CNC).
Sumado a ello, durante el actual sexenio el total de divisas que han llegado al país como remesas equivalen a 68,753.8 millones de dólares, cantidad que representa 57.6 por ciento de los pagos realizados en el exterior por la compra de todo tipo de bienes de consumo inmediato.
Un estudio efectuado por la central campesina revela que, durante los pasados cinco años, la relación entre el monto de las divisas enviadas por los trabajadores mexicanos en el exterior y la salida de recursos por las importaciones de productos de consumo inmediato es cada vez más estrecha.
Beneficios de las remesas
La CNC se refirió a un reciente reporte del Banco Mundial, en el que se advierte que el monto de esas divisas para el país “registró un crecimiento de 125 por ciento entre 2001 y 2005, y han beneficiado más que los programas gubernamentales para combatir la pobreza”.
La central consideró que esos envíos monetarios han beneficiado a la economía en su conjunto, pues sirven para pagar “las crecientes” importaciones de productos agrícolas y pecuarios, los cuales compiten en el mercado interno con la producción de los agricultores que permanecen en el país.
En un comunicado de prensa, la organización campesina informó que, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática y del Banco de México, las remesas de los migrantes durante 2005 representaron cerca de 70 por ciento del valor de la producción agropecuaria generada ese año.
“En efecto, el valor de esa producción rural a precios de mercado fue de 312,800 millones de pesos el año pasado; en tanto que el monto de las remesas subió a 212,360 millones de pesos (20,034.9 millones de dólares), generados por mano de obra mexicana en el extranjero que no encontró ocupación en el país”, señalo la CNC.
Por ello, la organización campesina se mostró preocupada por la disminución de la población agrícola, pues a finales de 2005, la población económicamente activa rural alcanzó los 6.4 millones de personas; mientras que al inicio del sexenio sumaba siete millones 269 mil habitantes, “lo que significa que en cinco años se redujo en más de 12 por ciento, principalmente por el fenómeno migratorio”.
Fuente: La Jornada
