La Sagarpa rechazó que la pérdida haya llegado a 95 por ciento
Puebla, México.─ El año pasado se perdió 50 por ciento de la producción total de café en el estado de Puebla, reconoció el delegado en Puebla de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Alberto Jiménez Merino.
Descartó que la pérdida haya llegado a 95 por ciento, como se dio a conocer este lunes en el diario La Jornada, y sostuvo que en el caso del municipio de Hueytamalco se trata de una zona de producción menor a los 600 metros de altura sobre el nivel del mar, por lo que el café que se produce es de mala calidad, contrario al grano producido por arriba de los mil metros sobre el nivel del mar.
En entrevista con La Jornada de Oriente, Jiménez Merino sostuvo que a pesar de las condiciones climáticas y de una plaga de roya, el café poblano cuenta con las condiciones para mantenerse como uno de los mejores del país y para aumentar su producción, y la dependencia sigue mejorando las condiciones de los cafeticultores de la entidad con capacitación y limpieza de los huertos.
De acuerdo con los datos de esta delegación, en Puebla son 40 mil familias las que dependen del cultivo y venta de café, y la superficie de producción en la entidad supera las 70 mil hectáreas.
Con las fluctuaciones del precio internacional del aromático, que ha ido a la baja, decenas de productores han abandonado las huertas, y éstas envejecieron por falta de tratamiento agronómico.
Actualmente, indicó, el Sistema–Producto Café en la entidad recientemente fue renovado y está apostando a la capacitación de los cafeticultores. En el caso concreto de Hueytamalco, del cual ya se explicó cuáles son las dificultades que padecen los productores, el delegado de Sagarpa subrayó que no debería ser un municipio cafetalero, sino que sus campesinos deberían apostar por la introducción y desarrollo de otros productos.
Desde 2005, agregó, se está elaborando en este municipio de la Sierra Norte de Puebla un plan de reconversión productiva; es decir, la promoción de cultivos como el bambú, plátano y la acuicultura, la siembra de especies de maderas finas e incluso la ganadería como sustitutos a la plantación de café.
Indicó que si algún integrante del Sistema–Producto Café se pronunció por la desaparición de los productores que tengan menos de dos hectáreas de cultivo obedecería a una cuestión técnica y financiera, pues por debajo de esa cantidad de tierra resulta demasiado costoso y poco rentable cuando es café de poca calidad.
Por el contrario, la compactación de áreas de cultivo permitiría reducir los costos y aumentar la producción desde la siembra hasta el despulpado del café; es decir, a la obtención de café sin cáscara que permitiría a los campesinos una mejor participación y precio en el mercado.
La obtención y venta sólo de café cereza, indicó, resulta demasiado barata, además de que en tres días entra en estado de deterioro. “Reconocemos que cada quien es libre de dedicarse a lo que mejor le parezca, pero sí buscamos que haya una conveniencia para los productores, que tengan mejores ingresos y niveles adecuados de productividad”, indicó.
Fuente: La Jornada de Oriente
