Granos y Oleaginosas

Entusiasmo en Brasil por el nuevo maíz

PowerCore es el grano transgénico que promete ganancias de hasta 15% en la productividad de la próxima cosecha

Brasil.─ El colombiano Ramiro de la Cruz, presidente de Dow AgroSciences de Brasil —división agrícola del grupo estadounidense Dow Chemical— es un enamorado del maíz.

De la Cruz aprendió a apreciar los platos a base del cereal cuando era director comercial de la compañía en México, que tiene como uno de sus atractivos culinarios el tamal, un pariente cercano de las brasileñísimas pamonhas.

El mes pasado, De la Cruz volvió otra vez a su pasión, pero esta vez para mostrar una nueva generación de semillas transgénicas de maíz, tecnología que Dow AgroSciences está a punto de poner en el mercado.

Las nuevas variedades son resistentes al ataque de orugas y prometen un aumento de productividad entre 10 y 15 por ciento en los cultivos. “Esta semilla será nuestro principal producto en el mercado en los próximos meses”, dijo De la Cruz de visita en Brasil.

Las semillas de la nueva tecnología fueron desarrolladas en colaboración con Monsanto, que el mes pasado también mostró las semillas de soya resistentes a orugas. Según los técnicos de las dos compañías, se trata de diferentes diseños y tecnología para la protección de cultivos. Dow mostró el maíz nuevo en marzo, en su campo de pruebas en Cravinhos (SP).

Según la compañía, las nuevas semillas representan la tercera generación de transgénicos. La primera generación de 2008, era resistente al herbicida glifosato. En la segunda generación de transgénicos, los investigadores introdujeron el gen del maíz una proteína presente en la bacteria Bt (Bacillus thuringiensis), que intoxica y lleva a la muerte de tres especies de orugas: la oruga docartucho, la broca do colmo y la elasmo.

La investigación que originó la nueva semilla, llamada PowerCore, permitió la introducción de cereales en el gen de tres proteínas más de la bacteria BT. Así, el producto empieza a controlar otras dos orugas: la del maíz y da rosca.

“Las investigaciones muestran que cuanto mayor sea el número de proteínas insertadas en el genoma del maíz, es menos probable que las orugas creen resistencia”, dijo Aníbal Esteves, gerente de desarrollo de productos.

Por eso, la estrategia de Dow es aumentar la cantidad de genes transgénicos para proporcionar un mayor nivel de seguridad a las semillas. “Es como si el híbrido del maíz fuese un resultado matemático”, dice Esteves. De los cinco genes de resistencia, dos son el resultado de estudios de Dow y tres de Monsanto.

En la temporada 2010/2011, nueve millones de los 15.3 millones de hectáreas de cultivos de cereales en Brasil, eran transgénicas. Según De la Cruz, sigue siendo un volumen escaso comparado con lo que se avecina. La previsión de crecimiento para el cultivo del maíz en el país es de 85 por ciento en los próximos dos años, según la Asociación Brasileña de semillas y plantas.

Para Rolando Alegría, director de biotecnología de Dow en Brasil, el aumento de la productividad vendrá en gran medida de los avances en la biotecnología. “Hay un movimiento para que el país no abra nuevas áreas de siembra”, dijo Alegría. “Por lo tanto, el camino sólo puede ser la producción”.

Fuente: U24

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