Gringa contribuyó con decomiso de 23 mil 856 toneladas de productos de origen vegetal y 2 mil 19 toneladas de productos de origen animal
Después de ocho años y 10 meses de trabajo, la perra labradora Gringa, concluye sus labores en Puntos de Verificación e Inspección Federal (PVIF) del Senasica, en donde contribuyó a disminuir el riesgo de diseminación de enfermedades y plagas endémicas en México.
Gringa, es el primer canino especializado en la detección de mercancías agropecuarias reguladas en la movilización nacional; es una hembra de color amarillo con 10 años tres meses de edad, que fue entrenada en el Centro Nacional de Adiestramiento y Desarrollo de la Unidad Canina (Cenaduc), ubicado en Tecámac, Estado de México.
Ingresó al programa de la Unidad Canina el 31 de diciembre de 2008 e inició sus actividades el 1 de febrero de 2009 en el PVIF de la Concha en el estado de Sinaloa y después pasó al PVIF en Altamira, Tamaulipas.
Este canino contribuyó con el decomiso de 23 mil 856 toneladas de productos de origen vegetal y dos mil 19 toneladas de productos de origen animal.
Desde el inicio de sus actividades a diciembre de 2016, cuando concluyó su ciclo laboral, marcó 10 mil 481 equipajes o cargamentos, con un porcentaje de efectividad de 93 por ciento, lo que significa que nueve mil 754 contenían productos regulados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Gracias a ella, se logró la detección de productos con plaga, entre las que destacan larvas de moscas de la fruta de las especies Anastrepha ludens, Anastrepha obliqua y Rhagoletis pomonella, en productos como: mango, naranja, manzana, guayaba, carambola, que tenían como destino zonas libres de la citada plaga regulada.
Con el apoyo de estos caninos en las labores de verificación e inspección que lleva a cabo el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), disminuyen los conflictos y la desconfianza en las personas, además de que agilizan las labores de inspección.
Los caninos colaboran con los oficiales del Senasica para realizar la inspección con mayor rapidez y efectividad, pues a través del olfato detectan rápidamente productos que pudieran poner en riesgo la sanidad agropecuaria, acuícola y pesquera de México.
A lo largo de más de ocho años de trabajo, Gringa fue en ascenso de sus marcajes. El año pasado comenzó a presentar problemas clínicos relacionados con su edad, por lo que actualmente se encuentra feliz, descansando, en compañía de quien fuera su manejador.
