La producción y consumo de flor de nochebuena en México es creciente, al observar un aumento de mercado de entre 15 y 20 por ciento al año, sobre todo en temporada navideña cuando se adquiere por tradición.
El bajo poder adquisitivo de la población, sin embargo, incide en la forma de consumo. La tendencia en los últimos dos años es que primero se compran las plantas más económicas, es decir, de menor tamaño y luego las más grandes.
Los floricultores del estado de Morelos, principal productor de planta terminada de nochebuena, lo resumen así: “ha aumentado el consumo, pero ha disminuido el valor de lo que se compra”.
En general, cada año se producen más plantas de diversos precios, las cuales alcanzan casi 24 millones; pero se requieren más para cubrir el consumo creciente.
El 90 por ciento de la producción y consumo es roja, el otro 5 por ciento son blancas o amarillas y el resto rosas, rosadas, marmoleadas. En el mercado empiezan a surgir algunas moteadas, salpicadas en rojo o blanco, que se han logrado genéticamente.
Otros lugares importantes en la producción de esta flor son: Atlixco, Puebla; Xochimilco, Distrito Federal; San Lorenzo Atlacomulco, Estado de México; Zitácuaro, Michoacán y Guadalajara, Jalisco.
La nochebuena en una planta muy delicada que debe producirse bajo invernadero; es muy difícil hacerlo con calidad en malla o a cielo abierto, donde el principal problema son los hongos.
Fidel Ochoa, floricultor de la empresa Floraplant, productora de material vegetativo para los mercados nacionales y de exportación, apunta que el productor mexicano está cada vez mejor preparado y exige a las empresas productoras de esqueje mayor calidad, cumplir tiempos de entrega, más variedades y asesoría. “Los floricultores buscan modernizarse y tratan de que las empresas con mayor experiencia se la trasmitan para mejorar.”
Los floricultores de nochebuena producen excelente calidad, si tomamos en cuenta que sus instalaciones, no en todos los casos, son las adecuadas, añade.
Técnicas buenas
La nochebuena es uno de los cultivos más delicados que existen en el mercado. Un pequeño descuido puede acabar con la producción de cuatro o cinco meses. Una planta promedio de seis pulgadas tarda de cuatro a seis meses en entrar en producción.
Carlos Martínez, encargado del cultivo de planta terminada y de la producción de planta madre o esquejes de nochebuena de dicha empresa, explica a 2000 Agro los aspectos técnicos del cultivo.
La planta de nochebuena responde al fotoperiodo, es decir, la forma en que induce su pigmentación o floración es con horas luz u oscuridad. En la época del año cuando la noche es más larga que el día se deben prender focos para evitar esa inducción y para que el esqueje en desarrollo vegetativo no presente floración.
La planta inicia su pigmentación a las 12 horas y media de oscuridad y hay que evitar esa exposición. Conforme transcurre el tiempo debe incrementarse la cantidad de luz que se le da a la planta.
Un esqueje tarda en desarrollarse alrededor de seis semanas, pero el tiempo de producción de una planta madre es mayor.
Carlos Martínez expresa que los productores demandan esquejes con buena raíz, con desarrollo vegetativo pero sin inducción y con entrenudos cortos.
El error más frecuente de un productor, apunta, es que no planea su producción en forma adecuada, motivo por el cual llega a perder su planta. Algunos floricultores no tienen la tranquilidad de sentarse a hacer cálculos sobre cuánta planta poner en su área de producción; es común que saturen su parcela y hagan una separación inadecuada entre plantas. Y “sino separas a tiempo la nochebuena es muy susceptible a perder la calidad”.
La densidad depende del tamaño de la planta, la variedad que se produce y número de flores. En macetones de 11 pulgadas se recomienda que ésta sea de una a 1.3 por metro cuadrado; de ocho pulgadas de tres a 3.6 por m2; de siete pulgadas de cuatro a cinco por m2; de seis pulgadas de seis a 7.5 por m2; de cinco pulgadas de nueve a 11 por m2; tres pulgadas de 25 a 30 por m2.
El despunte, transplante y riego varía si la zona es caliente, fría o templada; aunque el clima ideal es el templado. La temperatura máxima debe ser de 28 grados.
Plagas
Las plagas que más afectan la nochebuena son la mosca blanca y la araña roja. Para combatir la primera se utilizan agroquímicos como Confidor, Lannate y Plenum. Es importante no repetir más de dos veces el mismo producto en una semana. Algunos deben aplicarse cada 30 a 60 días, porque si se hace en menor tiempo, causa resistencia en la mosca blanca. Los técnicos recomiendan atacar dependiendo el ciclo de vida del insecto, primero el adulto, luego del huevecillo, después ninfas y otra vez adulto.
Las enfermedades más comunes son la botrytis, que se combate con Babistin; contra la alternaria se aplica Ridomil Bravo y para la cenicilla, Bayleton.
Los hongos del suelo son Rhizoctonia y Fictium, los cuales se controlan con una combinación de Cercovin-Terrasole, otra es Previcur-Babistin.
Floraplant nació en 1991, incursionó en la nochebuena porque producía esqueje para empresas de Europa y de Estados Unidos, que proporcionan la planta elite. Todo el material vegetativo lo importan y cada año se renueva. Sus esquejes los exportan básicamente a territorio estadounidense, por conducto de Pollet Ranch, productor de nochebuena número uno en el mundo.
Floramundo comercializa y vende plantas terminadas en diversos tamaños, con una producción de 350 a 400 mil plantas terminadas de nochebuena. Al exterior no se permite enviar planta terminada por el sustrato.
Nochebuena, patente pérdida
La nochebuena (Cuetlaxóchitl en náhuatl) es originaria de Taxco, Guerrero, donde la encontró, durante el siglo XIX, el embajador de Estados Unidos en México, el señor Joel Roberto Poinsett, quien se la llevó a su país, donde la mejoraron genéticamente y la patentaron; ahora ese material vegetativo se vende a nuestro país.
Los especialistas señalan que en México para que lleguemos a tener hibridaciones es complicado y es un proceso de 10 años para poder sacar un híbrido (F1) y garantizar que ese esqueje y variedad es buena. Estamos muy atrasados, nos llevan unos 20 o 30 años de ventaja en hibridación, tanto en Estados Unidos como en Europa.
No existe un laboratorio donde se haga una variedad nueva, además se requiere autorización de las marcas que están en el mercado.
