La guayaba mexicana posee un gran potencial de consumo en los mercados internacionales, en especial en Estados Unidos, donde se pueden colocar en el mediano plazo unas 60 mil toneladas, refieren datos de Consejo Nacional Mexicano de la Guayaba (Comeguayaba) y el Banco de Comercio Exterior (Bancomext).
El Sistema Producto Guayaba se concentra en seis estados: Michoacán, Aguascalientes, Zacatecas, Estado de México, Querétaro y Guanajuato, con poco más de 25 mil familias de productores que cosechan 350 mil toneladas al año, aproximadamente, según las condiciones climáticas y productivas.
Este escenario permite abastecer los mercados nacional e internacional, porque además se cuenta con la suficiente tierra de cultivo y sistemas técnicos para incrementar sustancialmente la productividad, dada su característica de precocidad. Su alto contenido nutrimental es un valor agregado para la guayaba.
Lograr la comercialización internacional exitosa de la fruta, empero, requiere que los productores puedan competir en condiciones de certidumbre, contar con todos los recursos técnicos, financieros y humanos para atender los rubros de productividad, logística, promoción y publicidad.
Los productores han exportado hacia Estados Unidos guayabas congeladas en cantidades poco significativas, pero ahora buscan llegar a ese mercado con productos en fresco.
Para el Consejo, la prioridad es la comercialización, seguida del desarrollo industrial, la transferencia de tecnología, la organización del sector y el desarrollo de instrumentos financieros para impulsar también a las agroindustrias en todos los estados, así como la compra de máquinas procesadoras, con el fin de obtener productos derivados como licores, cremas, ates, confitería y envasados.
Explotar el terreno de la agroindustria hace que la diferencia entre el precio, venta y ganancias de la guayaba como simple fruto y su comercialización industrializada, produzca resultados sorprendentes, ya que las ganancias podrían elevarse hasta en un 700 por ciento.
Hoy, los guayaberos enfrentan el problema de bajo precio que pagan algunos industriales por su producto, que es de tres mil pesos por tonelada, incluyendo costos directos e indirectos. Aunado a ello, el sistema de agricultura por contrato, que daría mayor certeza a los productores, es muy poco usado en el sector guayabero del país.
Irradiación: más vida de anaquel
El sistema de irradiación es la forma más eficaz de prolongar la vida de anaquel de frutas, verduras, cereales y carnes.
En este proceso los productos se exponen a energía ionizante durante un periodo específico. La duración de la exposición es controlada para que produzca diferentes efectos de conservación, por ejemplo, retardar la putrefacción o aniquilar a las bacterias dañinas. La irradiación no transmite radiactividad a los alimentos. A este proceso también se le llama ‘pasteurización en frío’ porque mata a las bacterias dañinas sin usar calor.
En Estados Unidos, la Food Drug Administration (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la irradiación. En el caso del mercado europeo hay reticencia a su uso y existe la creencia errónea de que este procedimiento es comparable con la radiación de alimentos. Sin embargo, el sistema ha sido aprobado por organismos internacionales de expertos en la materia como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El problema parece residir en la falta de información sobre lo que implica exactamente esta tecnología y acerca de los beneficios que puede aportar en lo referente a la seguridad de los alimentos.
Para tratar de revertir esta situación, el Comeguayaba y los Consejos Estatales en coordinación con Bancomext recibieron, el pasado mes de julio, una misión comercial de la Unión Europea, que visitó la región guayabera de Michoacán.
Con información del Consejo Nacional Mexicano de la Guayaba, AC, del Consejo Michoacano de la Guayaba y la International Food Information Council (www.ific.org)
