En la producción de caña de azúcar es urgente fomentar la utilización de tecnologías productivas que sean eficientes en la producción, rentables y además amigables con el medio ambiente
Por: Marcos Reyes García*
En las últimas décadas, el desarrollo tecnológico en la agricultura se vio reflejado en el uso de semilla mejorada, aplicación de fertilizantes químicos, pesticidas y herbicidas, así como en la mecanización de las labores agrícolas y los sistemas de irrigación.
De esta forma, la agricultura incrementó considerablemente su nivel de producción. Sin embargo, también ha habido efectos en la calidad del medio ambiente por la contaminación, desertificación y erosión de los suelos.
Por ello, actualmente también opuesto a la agricultura moderna se encuentra la agricultura sostenible, también denominada como sustentable, biológica, orgánica o agroecológica, la cual se caracteriza por la conservación de los recursos naturales, reducción del uso de insumos químicos y la regeneración de los sistemas agrícolas para garantizar la producción de hoy, sin poner en riesgo la producción de alimentos a las futuras generaciones.
En la producción de caña de azúcar es urgente fomentar la utilización de tecnologías productivas que sean eficientes en la producción, rentables y además amigables con el medio ambiente. Entre las cuales se encuentra el control integrado de plagas, conservación del suelo y uso eficiente del agua.
Para el uso eficiente del agua, entre los métodos de riego de baja inversión y fáciles de adoptar están el riego por surco alterno y el riego por compuertas. Otros que requieren más inversión pero son de mayor eficiencia son el riego por aspersión y el goteo.
Para mejorar la fertilidad del suelo es recomendable el uso de subproductos del proceso industrial de la caña, en este caso el uso de la composta de cachaza y la vinaza, y considerar los abonos verdes, que en su conjunto ayudarán a disminuir la aplicación de fertilizantes químicos.
En el combate a las principales plagas de la caña de azúcar hay evidencia de excelentes resultados mediante el control biológico, en el caso del barrenador del tallo se utiliza el hongo Metarhizium anisopliae y para la mosca pinta o salivazo con la mosquita Trichogramma pretiosum y con la bacteria Bacillus thuringiensis.
Obras de conservación como la construcción de terrazas y curvas a nivel ayudan a evitar la erosión de los suelos y un mejor aprovechamiento de la humedad. El drenaje parcelario y la nivelación de tierras evitan la salinidad de los suelos y permiten mantener la productividad.
La viabilidad de estas tecnologías está probada y es necesaria su adopción para estar preparados para el futuro, ante la demanda de alimentos provenientes de buenas prácticas agrícolas y medidas regulatorias de protección al medio ambiente.
* Especialista de la Dirección de Análisis Económico y Consultoría en FIRA. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA. mreyesa@correo.fira.gob.mx
Fuente: FIRA
