Análisis

8 años de caminar de la Asociación Nacional Política de Mujeres Indígenas

Con la presentación del libro Luchas, Alianzas e Incidencias a 8 años de Caminar de la ANPMI, el pasado 5 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de la Mujer Indígena

Ciudad de Tenochtitlán, México, 5 de septiembre de 2022.— Las mujeres somos la mitad de la población, alrededor de seis millones nos reconocemos mujeres indígenas y más de tres millones hablamos nuestros idiomas originarios, este es el porcentaje de la población que con frecuencia queda en el olvido en el diseño de políticas públicas y de gobierno.

Desde 2014 iniciamos nuestro caminar en la Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas (ANPMI), una plataforma de articulación nacional de redes que busca acercar la realidad, demanda y agenda de las mujeres indígenas ante tomadores de decisiones a fin de que las políticas públicas y de gobierno se diseñen y adecúen con mayor pertinencia cultural, con perspectiva de género y de derechos humanos.

Cada año, en nuestros congresos anuales hemos expuesto los pendientes que tienen el Estado y la sociedad con las mujeres indígenas, hemos necesitado de mucha resistencia e ingenio para hacer frente a la violencia racista, machista y clasista que nos coloca en lugares de subordinación y subrepresentación.

Este trato como ciudadana de segunda, se manifiesta en la atención de los servicios que brinda el Estado, así padecemos negación de registro desde nuestros nacimientos, si es que nos atendió una partera, si llegamos a los juicios legales nos niegan servicios de interpretación, nos niegan los servicios de salud en emergencias, no creen en nuestra palabra cuando denunciamos violencias y todavía no nos reconocen el derecho de heredar las parcelas y tierras que trabajamos.

A cuatro años del cambio de gobierno federal, observamos que hay un discurso que hace visible a las personas indígenas, pero no existen garantías para el reconocimiento de la colectividad y queda pendiente una transformación de fondo en las políticas y acciones de gobierno que coadyuven en la reducción de las brechas de desigualdad existentes.

Ante ello, las mujeres organizadas estamos aquí, abonando a la construcción de un México más plural, nos sumamos a fortalecer la recomendación general de la CEDAW (Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer) a los Estados parte sobre mujeres indígenas, nos sumamos a la agenda global del Foro Generación igualdad para mostrar la palabra y propuesta de las mujeres indígenas. En nuestra comunidad seguimos participando en el sistema de cargos, también hemos sido intérpretes y defensoras, por eso hoy nos sumamos al llamado a la acción por el Decenio de las Lenguas Indígenas. Este día en el marco del Día Internacional y Nacional de la Mujer Indígena, homenajeamos a nuestra hermana Martha Sánchez Néstor, generadora de este espacio de articulación junto con otras compañeras, celebramos ocho años de caminar en conjunto en la ANPMI y desde este espacio DEMANDAMOS:

Alto a la implementación de políticas asimilacionistas que intentan homogeneizar nuestras prácticas, invisibilizando las formas diversas de organización social, cultural, política, económica y espiritual.

Quien no escucha el dolor y el sufrimiento de la Madre Tierra, no entenderá nunca que la lucha de las mujeres indígenas es por la defensa de la vida y el sano desarrollo de todas y todos. Es fundamental que el Estado reconozca estas formas de vida, garantice la seguridad de las personas defensoras, e implemente acciones que aseguren los derechos de las mujeres indígenas a la tenencia de la tierra, al territorio y los recursos naturales.

La ausencia de mujeres indígenas en espacios de toma de decisiones conlleva que no se atiendan sus necesidades reales, por eso reafirmamos la recomendación que ya se ha hecho al Estado mexicano, que debe promover que las mujeres indígenas incursionen cada vez más en los cargos de elección popular y garantizarles acceso a conocimientos y herramientas para facilitar el desempeño de sus funciones, a fin de incidir de manera informada en la toma de decisiones sobre políticas públicas y presupuestos.

Sobre derechos lingüísticos, no existe una política pública articulada para garantizar los derechos lingüísticos en el ámbito de justicia, hay vacíos en estrategias de formación. Los estados no cuentan con presupuesto ni criterio unificado para el pago de estos servicios.

En el marco del decenio de las lenguas indígenas, el Estado mexicano ha anunciado la creación de una universidad de lenguas indígenas, misma que no cuenta con presupuesto para su operación, por lo que exigimos acciones articuladas que permitan el cumplimiento de la Ley General de Derechos Lingüísticos.

Respeto a los territorios indígenas frente a los megaproyectos impulsados por corporativos, empresas transnacionales o instituciones gubernamentales. Es necesario potenciar los protocolos de consulta culturalmente pertinentes, recuperados de las mismas comunidades, para conocer de sus planteamientos de mejora o desarrollo, que no necesariamente empatan con los intereses estatales o transnacionales, ello implica respetar la libre determinación y forma de organización de los pueblos.

Asignación de presupuestos dignos, suficientes, progresivos y eficientes, con perspectiva de género e intercultural que incentive y garantice la participación y desarrollo pleno de las mujeres y niñez indígenas.

Alto a la violencia, que en todas sus expresiones sigue siendo un agravio permanente contra nuestra dignidad, seguridad y vida.

Ya es urgente pasar de la ley a la acción, es impostergable la creación de mecanismos legales eficientes y asignaciones presupuestales que permitan el acceso a la justicia, a la salud, a la educación, a la tenencia de la tierra.

Alto a la folklorización y explotación de nuestros conocimientos y saberes como: lenguas indígenas, rituales, textiles, orfebrería, gastronomía. En su lugar demandamos garantías y apoyos para las personas que generamos y perpetuamos estos conocimientos, especialmente demandamos el reconocimiento y no criminalización al trabajo de las parteras tradicionales.

Mayor coordinación interinstitucional para generar políticas más integrales de garantía a los derechos de las mujeres indígenas.

Atender la recomendación general que emitirá el Comité CEDAW a los Estados parte, para dimensionar y garantizar los derechos de las mujeres indígenas en México.

Celebramos que ya es oficial el reconocimiento del Día Nacional de la Mujer Indígena, acto en el que aportamos mucho para lograrlo, por eso hoy el llamado es a que el Estado mexicano cumpla con lo ya reconocido en la ley y las recomendaciones internacionales por una vida plena para las mujeres indígenas.

Fotografías: Claudia Vázquez

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