Para acabar con el hambre, no basta producir más alimentos, sino que las personas tengan acceso a alimentos sanos e inocuos
México.— Fernando Soto Baquero, representante en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), afirmó que para acabar con el hambre, no basta producir más alimentos, sino que las personas tengan acceso a alimentos sanos e inocuos y que el aumento en la producción sea sostenible y socialmente incluyente.
Aseguró que los alimentos que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas, causan más de 200 enfermedades que van desde una diarrea, hasta el cáncer.
Al inaugurar las actividades del IV Foro Internacional de Alimentos Sanos, Soto Baquero reconoció el hecho de que México goza de una excelente situación sanitaria en materia de productos de origen animal y vegetal, lo que le permite exportar a 225 países, expandiendo así el comercio internacional de productos agropecuarios.
Para lograr esto, ha sido fundamental el papel del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), así como los estándares internacionales que sigue la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), como lo es el Codex Alimentario.
El representante de FAO en México recordó que dentro de los factores globales que afectan la inocuidad alimentaria, figuran la contaminación de suelos y aguas por el uso de herbicidas y plaguicidas, aumento de plagas y enfermedades de cultivos y animales por el cambio climático, la urbanización y cambios en los hábitos alimentarios, la creciente complejidad de tipos de alimentos y fuentes geográficas, y mayores demandas públicas por la protección de la salud.
“Existe en el mundo una paradoja de la abundancia, la realidad es que no falta comida en el mundo, en los últimos 70 años la oferta per cápita de alimentos aumentó 40 por ciento, el problema del hambre y la malnutrición lo causa, entre otras cosas, la falta de acceso a alimentos sanos e inocuos, por no tener recursos para producirlos o suficientes ingresos para adquirirlos”, expresó Soto Baquero.
El funcionario de FAO hizo hincapié en la necesidad de mejorar la inocuidad y calidad en las producciones de la pequeña agricultura, aquella que se desarrolla en terrenos de menos de cinco hectáreas, que representan más del 80 por ciento de las explotaciones agrícolas, y que equivalen a entre el 50 y 70 por ciento del total de la producción.
“Es necesario mejorar la inocuidad en los pequeños productores locales, para que puedan llegar a los mercados nacionales. La inocuidad debe estar en todos los rincones no sólo es un tema de exportaciones, es un derecho para todos.”
Afirmó por último, que las normas públicas de base científica son esenciales para garantizar la inocuidad alimentaria, por lo que es importante que los países eleven la inocuidad al rango de prioridad de salud pública. Recordó que la FAO tiene la secretaría de dos organizaciones normativas internacionales: el Codex Alimentario, que es el máximo organismo mundial de normas alimentarias para la protección de los consumidores, y la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria.
Fuente: Notimex, imagen
